"Ventana abierta"
Notas del Padre Gustavo
padregusqui.blogspot.com
Gustavo Quiceno Jaramillo.mxy, Sacerdote misionero en la diócesis de La Dorada-Guaduas. "Ay de mi sino evangelizo!", dijo Pablo. Estoy aquí también en twitter: @gadabay,con 140 caracteres para decirle a la gente que Dios los ama inmensamente.
¿Bienaventuranzas olvidadas?
“Dichosos los criados (…) en vela (…) dichosos
ellos! (…) Dichoso el criado”. He aquí algunas bienaventuranzas olvidadas a
menudo y que definen el ser cristiano. ¿Qué quieren decirnos hoy estas
bienaventuranzas?
Desde los tiempos antiguos, Dios promete a su
pueblo de venir a su encuentro. A nosotros nos corresponde permanecer
vigilantes para reconocer los signos de su presencia.
A guisa de introducción:
Confiar en sí mismo, en sus bienes,
en Dios.
Es cierto que uno puede hacer mucho por sí
mismo. Uno debe hacer todo de su posible antes de pedir ayuda. Estas son
verdades que invitan al ser humano a responsabilizarse de sí mismo, a tomar en
serio lo que le corresponde.
Uno puede ignorar, caminar sin percibir esta
realidad, sin mayor o justa razón.
Es muy bueno que la mayoría de la gente
comprenda la importancia de la responsabilidad.
Igualmente, no es necesario para eso, esperar
el último minuto antes de pedir ayuda sea humana, social, etc.
Las grandes verdades de la fe en la providencia
nos lo recuerdan:
- “Todo sucede para nuestro bien, para
mejorarnos, ya que Dios Creador es también Providencia, Él se ocupa de
sus criaturas”.
- “Actuar contra la voluntad De Dios, es actuar contra
sus propios intereses”.
- “Luchar contra el mal, sí, pero aceptar con fe
lo que nos sucede, creyendo que eso viene de Dios.”
- “Se nos escapa a veces una palabra que uno no
quería decir; uno hace lo que no quiere; y lo que uno quiere no lo hace;
alguien nos contradice; un incidente maluco nos pasa; aquel que piensa ofrecer
a Dios todas estas contrariedades para aceptarlas como parte del plan de Dios,
vive en unión con Dios.
- “La alegría o felicidad de aquel que hace la
voluntad de Dios es eterna. Ningún temor o miedo no puede robarle la paz
interior. Él es como alguien sentado sobre una roca en medio del océano: ve
venir sobre él las olas más furiosas sin sentir temor”.
Es esto lo que Jesús quiere para su pequeño
rebaño, es lo que Dios ha encontrado bueno para él. Es eso lo que Jesús desea
para sus dirigentes a quienes Él considera como sus servidores responsables.
Al amar algunas cosas, se tienen pequeñas
alegrías.
Al amar las personas, uno tiene alegrías más
grandes y más profundas.
Al amar a Dios, obtenemos la alegría suprema,
de hecho, aquello que amamos es lo que nos hace más felices.
Aproximación psicológica al texto
del evangelio:
¿Estamos haciendo nuestro
trabajo?
Jesús nos invita a vivir en tensión entre dos
actitudes que parecieran oponerse y o rechazarse mutuamente a primera vista. “No
tengan miedo” (V.32), pero “estén atentos, permanezcan vigilantes” (v.40),
porque al que se le ha confiado mucho, se le reclamará mucho” (v.48).
¿Cómo puede uno estar “sin miedo”, relajado,
sin tensión y apacible, si al mismo tiempo es necesario estar vigilantes, de
tal modo que “ese día que uno menos se espera” hay que estar listo para
dar mucho a aquel que nos ha confiado mucho” (v.48)?
Hay efectivamente una manera de estar sin
tensiones, tranquilos, permaneciendo vigilantes y prestos, y Jesús nos la
muestra acá: “tengan ceñida la cintura” (estén con el
delantal o el overol de servicio puesto, dicen otras
traducciones) (v.35) pues felices serán ustedes si son encontrados
haciendo (su) trabajo” (v.44).
Nos queda por encontrar o descubrir qué quiere
decir “trabajar” (cuál es nuestro trabajo) en el presente contexto.
Ahora, el versículo 31 nos proporciona un precioso índice en ese sentido: “Busquen
primero el Reino (del Padre) y todo aquello (que coman, que
beban) o lo demás se les dará por añadidura”.
El Padre ha decidido darnos su Reino (v.32), pero primero es cuestión de
buscarlo. Ahora, buscar el
reino, quiere decir construir el Reino: “Bienaventurados,
felices los artesanos de la paz” (Mateo 5,9); para entrar en
el Reino es necesario hacer la Voluntad de mi Padre, (Mateo 7,21), poner
en práctica las palabras de Jesús (Lucas 6,47).
El Reino es entonces a la vez, cualquier cosa
que se recibe y cualquier cosa que se construye, es una realidad misteriosa que
nos es dada (Lucas 12,32), dentro de la cual uno es introducido (Mateo 7,21),
pero que al mismo tiempo es necesario buscar (Lucas 12,31) y hacer (o
construir, edificar) (Mateo 7,21).
Lo que se busca, es un mundo más justo, donde
haya menos explotación, menos egoísmo personal y colectivo, menos estructuras
alienantes y menos inconsciencia asesina.
Lo que se construye, son leyes más justas, un
sistema “penal” menos represivo y más centrado en la rehabilitación, donde
haya prácticas profesionales menos ávidas de poder, de cara a los pequeños
y la práctica de una moral y ética sindicales más democráticas, etc.
Al mismo tiempo, Jesús nos promete que se
encontrará lo que se busca (Lucas 11,9ss), que se recibirá del Padre ese Reino
de justicia y fraternidad que se demanda “no con palabras sino con
actos y dentro de la verdad” (1 Juan 3,18).
He aquí nuestro trabajo,
he aquí la condición para nuestra paz,
he aquí la salida comunitaria hacia la
salvación,
he aquí la única respuesta de nuestro corazón
al amor de Dios.
Reflexión I
“Donde está tu tesoro, ahí está también tu
corazón” …
Otra frase que nunca olvido, palabras más o
palabras menos dice: “Donde uno es feliz, ahí está el hogar”.
Estas diferentes historias del evangelio de
hoy, de patronos o amos con sus servidores me recuerdan otra más contemporánea,
digamos moderna:
“Había una vez una mujer de la alta sociedad,
una burguesa, llamada Cristela. Ella era demasiado exigente con Emma, su
doncella, digamos su dama de compañía, la que le servía… A Cristela le gustaba
recibir a muchos amigos en su bella mansión llena de riquezas y de lujo. Todo
debía estar siempre limpio, muy brillante y en perfecto orden. Ella recibía
mucha gente y le gustaba “aparentar”.
Emma era buena y gentil con Cristela. A pesar
que Emma a veces la veía demasiado exigente, sobre todo en la noche, pues en
ocasiones, ella debía leerle a la señora Cristela quien sufría de insomnio.
Sus días tan llenos de ocupaciones le daban muy
pocos momentos de descanso. A veces sobrecargada. Emma había tomado la
costumbre de ofrecerlo todo a Dios en la oración constante; y entonces ella
encontraba el reposo, el alivio de una presencia constante. Una presencia con
quien ella podía compartir su vida cotidiana. Solamente la oración le aportaba
la alegría y la motivación que necesitaba.
Un día, Cristela se va de viaje y lleva con
ella a Emma, pues necesitaba una « sirvienta ». Pero por desgracia…el
avión se estrella. Nadie sobrevive.
Llegadas ante San Pedro, éste le pregunta a
Emma qué era lo que hacía en la tierra.
Emma responde: “Oh, no gran cosa. Yo era
solamente la domestica de la señora Cristela”.
San Pedro le hace una gran venia, y con mucho
respeto le designa el lugar que le estaba destinado por toda la eternidad. Se
trataba de una espléndida mansión, asoleada, rodeada de flores de todos los
colores, con pájaros, con música, etc.
Emma sorprendida pregunta a San Pedro si acaso
no se había equivocado. San Pedro le confirma que todo estaba bien y que todo aquello
le pertenecía.
Un poco más lejos, Cristela, testigo de la
escena, levanta la cara y se dice que si una pobre domestica como Emma heredaba
una casa tan bella, ella tendría ciertamente el resto del paraíso para ella
sola.
Cristela llega ante San Pedro, y el portero del
cielo le pregunta qué hacía ella en la tierra. Ella responde con pretensión que
era una gran dama, quien poseía un dominio, que tenía muchos empleados y que
todo eso era mucho trabajo, pero igual ella se había dado la pena de aprovechar
de la vida tan preciosa que Dios le había dado.
San Pedro le hizo una gran venia o reverencia y
con respeto, le designa el lugar que se le había destinado por toda la
eternidad. Se trataba de una cabaña de madera muy pequeña, en la cual los muros
estaban sin terminar, no había ninguna flor, ningún panorama.
Cristela, indignada le dice a San Pedro que con
toda seguridad había un error, que todo eso era imposible.
San Pedro levanta los hombros, la mira con
tristeza y le dice: “Pero, Señora, acá nosotros construimos con los materiales
que ustedes nos entregan cuando están en la tierra…”
“Donde está tu tesoro, ahí está tu corazón”. Yo
comprendo estas palabras, escuchando también esta frase que le decía un padre a
su hijo, y después de pagar todas las facturas de casa y dándole los 10.000
pesos que le quedaban en el bolsillo para que se comprara un helado : “Cuando
uno comienza a dejar de vivir y hacer feliz a los otros con dinero, es urgente
hacer algo por la supervivencia del espíritu”.
Las preocupaciones materiales no deben jamás
dominar nuestras vidas…Ser rico a los ojos de Dios quiere decir: nunca dejar
envenenar el espíritu por las preocupaciones materiales; evitar acumular en
caso de…a cambio de la disminución o empobrecimiento de las personas que nos rodean;
y sobre todo, nunca abusar de la buena voluntad de los otros en provecho de
nuestro ego.
Reflexión II
La lámpara encendida
“Dijo Jesús: Tened ceñida la cintura y encendidas las lámparas. Porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del Hombre”. San Lucas, cap.12.
La
plaza de San Pedro en Roma se llena de silencio. Se alejan los coches,
rechinando sus ruedas sobre las piedras gastadas del pavimento. El enorme
obelisco se diluye en la sombra. Los surtidores desgranan con serenidad y
mansedumbre el rumor del agua. Arriba, una ventana permanece iluminada. El Papa
mantiene encendida la lámpara.
Cristo
nos enseñó que los cristianos somos luz para el mundo. Mantengamos viva nuestra
llama.
Un
estudiante soporta burlas porque defiende sus convicciones cristianas. Una
obrera se porta correctamente, no obstante el ambiente difícil de la fábrica.
Una religiosa permanece fiel a sus compromisos, a pesar de las dificultades y
los años. Una pareja continúa enseñando la fe a sus hijos con amabilidad y
constancia, en medio de un hábitat pagano.
Un
gerente medita largas horas sobre cómo mejorar el nivel de vida de sus obreros.
Un publicista sabe juntar la promoción eficaz de un producto con mensajes
constructivos y hermosos.
Una
señora adinerada financia silenciosamente aquella obra social que iba a
cerrarse.
Un
profesional gasta sus ratos libres en ayudar a los pobres. Una familia renuncia
a un viaje al exterior para que otra familia libere su casa hipotecada.
Estos
son cristianos que deciden mantener su lámpara encendida para alumbrar el camino
a mucha gente. Los miramos de lejos y su fe nos llena de esperanza. Nos motiva
a mantener viva nuestra luz.
Va a
venir el Señor. No sabemos si al principio de la noche, un poco más tarde o a
la madrugada. Ojalá nos encuentre velando, construyendo un mundo mejor, llenos
los ojos de luz, cansadas las manos de hacer misericordia.
Aguardémosle
con ilusión, como se espera la visita de un amigo. Si nos encuentra velando,
nos hará sentar a la mesa y su presencia iluminará todas las cosas.
Cicerón
nos dice que la amistad es una sociedad de cosas humanas y divinas.
Si
mantenemos la luz, el Señor asociará a nuestra vida todo lo que El es. Porque
ha querido iluminar el mundo desde nuestro candil, tan frágil y humano ante las
sombras y las tempestades.
(P. Gustavo Vélez. mxy, Q.E.P.D)
Objetivo-Vida para la semana:
1. “Percibo y escribo que es lo que realmente me
da miedo y me pregunto ¿por qué”.
2. Desde mi profesión y presencia en mi ambiente
de vida laboral, me pregunto: ¿En qué consistirá y cómo debería realizar mi
trabajo por establecer el Reino de Dios aquí y ahora?
3. ¿ Cómo descubro la presencia de Dios en mi vida y
en el mundo? Hacer una lista de esas teofanías (manifestaciones de Dios).
Prolongación
eucarística (oración después de comulgar)
Señor, qué bueno es acogerte,
y qué bueno es esperarte.
Qué dicha acogerte,
que feliz me siento de esperarte.
Qué bueno es acogerte,
pues eres el sol de nuestras noches,
la paz en medio de nuestras turbulencias,
la esperanza en nuestros duelos o lutos.
Tú eres aquel que viene para alimentarnos y
sanarnos.
Qué bueno es esperarte,
ya que tú eres la realización de nuestro
destino,
Tú le das sentido a nuestros pasos,
Tú eres la morada donde estaremos
verdaderamente en nuestra casa.
¡Alabado seas Señor!
Amén!
Referencias Bibliográficas:
http://vieliturgique.ca
http://prionseneglise.ca
Para el texto del evangelio:
http://ciudadredonda.org
http://paroissesaintefamilledevalcourt.org
HÉTU, Jean-Luc. Les Options de
Jésus (para la aproximación psicológica)
http://semainierparoissial.ca
http://tejasarriba.org
No hay comentarios:
Publicar un comentario