"Ventana abierta"
La Buena Semilla
(Dios dijo a Job:) ¿Supiste tú las ordenanzas
de los cielos? … ¿Alzarás tú a las nubes tu voz, para que te cubra muchedumbre
de aguas?
Job 38: 33-34
Otra vez oró (Elías), y el cielo dio lluvia, y
la tierra produjo su fruto.
Santiago 5: 18
Todo tipo de oraciones (9) – Elías y la ferviente súplica del justo
1 Reyes 17 y 18
El profeta Elías vivió en el tiempo de Acab, un
rey de Israel apartado de Dios. Pero Elías vivía en estrecha relación con Dios,
y la conducta impía del rey lo entristecía. Su ardiente deseo era llevar a
Acab, y al pueblo de Dios con él, a arrepentirse y volverse a Dios. Por ello
oró fervientemente para que no lloviese durante cierto tiempo. Y, como
respuesta a su oración, Dios hizo que no lloviese durante tres años y medio. La
sequía fue terrible, pero la prueba produjo su resultado: ese pueblo reconoció
que el Dios de Israel es el Dios verdadero (1 Reyes 18: 39). Entonces,
como respuesta a esta nueva oración de Elías, Dios envió una gran lluvia.
Esta oración es mencionada en el Nuevo
Testamento por el apóstol Santiago, como una oración especialmente notable,
pero precisa: “Elías era hombre sujeto a pasiones semejantes a las
nuestras” (Santiago 5: 17). ¿Por qué esta precisión? Porque podríamos
decir: “Yo no soy Elías, mi oración no tiene el mismo valor que la suya…”. Pero
Dios quiere animar la fe incluso del más débil entre nosotros. Un cristiano
decía: “No es que Elías fuera un hombre maravilloso, lo es Dios, en quien Elías
confiaba”.
Sí, el Dios que ordena a la lluvia caer sobre
la tierra es el dueño del universo, y todo le obedece. Pero escucha la oración
de los suyos y puede hacer grandes cosas en respuesta a la fe.
(continuará el próximo domingo)
No hay comentarios:
Publicar un comentario