"ventana abierta"
De la mano de María
Héctor L. Márquez (Conferencista católico)
REFLEXIÓN PARA EL SÁBADO DE LA TRIGÉSIMA SEMANA DEL T.O. (1)
“Al contrario, el que es más grande, que se
comporte como el menor, y el que gobierna, como un servidor”
En el Evangelio que nos propone la liturgia
para este sábado de la trigésima semana del tiempo ordinario (Lc 14,1.7-11),
Jesús se percata que los convidados a la fiesta a la que había sido invitado se
estaban peleando por los primeros puestos. En la cultura judía había todo un
sistema de jerarquías que determinaba el orden en que las personas iban a
sentarse en todos los lugares, desde el Templo hasta en la mesa de comer.
¡Cuántos de esos tenemos aún hoy día en nuestras comunidades!
Jesús, como siempre, aprovecha la oportunidad
para proponerles una parábola: “Cuando te conviden a una boda, no te sientes en
el puesto principal, no sea que hayan convidado a otro de más categoría que tú;
y vendrá el que os convidó a ti y al otro y te dirá: “Cédele el puesto a éste.”
Entonces, avergonzado, irás a ocupar el último puesto. Al revés, cuando te
conviden, vete a sentarte en el último puesto, para que, cuando venga el que te
convidó, te diga: “Amigo, sube más arriba.” Entonces quedarás muy bien ante
todos los comensales. Porque todo el que se enaltece será humillado, y el que
se humilla será enaltecido”.
Esta enseñanza de Jesús está en la columna
vertebral de su doctrina, y es un corolario del Amor. “El que quiera ser el
primero, debe hacerse el último de todos y el servidor de todos” (Mc 9,35; Mt
20,27)”. Él mismo la pondrá en práctica al lavarles los pies a sus discípulos
(Jn 13,4-9), tarea reservada a los esclavos o a los siervos en su tiempo. Luego
de la última cena, cuando los discípulos comienzan a discutir sobre quién debía
ser considerado más grande, Jesús les amonesta diciendo: “Al contrario, el que
es más grande, que se comporte como el menor, y el que gobierna, como un
servidor” (Lc 22,26).
Jesús nos invita a seguirle y hemos aceptado la
invitación. El verdadero discípulo sigue al maestro, pero sobre todo imita al
maestro. Jesús nos sienta la pauta. La pregunta obligada es: ¿Estás dispuesto a
seguirle?
Señor, líbranos de los falsos orgullos que nos
llevan a crear “grupos” entre nuestra comunidad parroquial que excluyen a otros
que consideran “inferiores”, ya bien sea por diferencias raciales, sociales,
económicas, intelectuales o profesionales. Por el contrario, haznos acoger con
sincera fraternidad a todos los miembros de nuestra comunidad, con el mismo
amor con que Jesús nos acoge a nosotros.
Lindo fin de semana a todos; y no olviden
visitar la Casa de Padre. En su Mesa hay lugar para todos…
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