"Ventana abierta"
Dominicas Lerma
Comentarios a la Palabra de Dios
DOMINGO XVI (T.
ORDINARIO)
CICLO
B
-
LA ACCIÓN MISIONERA DEL PASTOR -
Primera Lectura Jer. 23, 1-6
1
¡Ay de los pastores que dejan perderse y desparramarse las ovejas de mis
pastos! - oráculo de Yahveh -.
2
Pues así dice Yahveh, el Dios de Israel, tocante a los pastores que apacientan
a mi pueblo: Vosotros habéis dispersado las ovejas mías, las empujasteis y no
las atendisteis. Mirad que voy a pasaros revista por vuestras malas obras -
oráculo de Yahveh -.
3
Yo recogeré el Resto de mis ovejas de todas las tierras a donde las empujé, las
haré tornar a sus estancias, criarán y se multiplicarán.
4 Y
pondré al frente de ellas pastores que las apacienten, y nunca más estarán
medrosas ni asustadas, ni faltará ninguna - oráculo de Yahveh -.
5
Mirad que días vienen - oráculo de Yahveh - en que suscitaré a David un Germen
justo: reinará un rey prudente, practicará el derecho y la justicia en la
tierra.
6
En sus días estará a salvo Judá, e Israel vivirá en seguro. Y este es el nombre
con que te llamarán: « Yahveh, justicia nuestra. »
- Tenemos en esta lectura un oráculo
mesiánico sobre el rey futuro. La imagen del rey-pastor es
antigua en el patrimonio literario del Oriente. Jer. la aplicó a los reyes de
Israel, para censurarles por haber cumplido mal sus funciones (Jr. 2, 8; 10,
21; 23, 1-3) y para anunciar que Dios daría a su pueblo nuevos pastores que le
apacentaran en la justicia (Jr. 3, 15) y entre esos pastores un “germen” (Jr. 23, 5-6) el Mesías.
- Ez. recoge el tema de (Jr. 23, 1-6) que más
tarde volverá a utilizar (Za. 11, 4-17; 13, 7). (Ez. 34) echa en cara a los
pastores (aquí los reyes y jefes civiles del pueblo) sus crímenes por el mal
trato de las ovejas.
(v. 1-2) -
El mal pastor “deja perder”, “desparrama”, “las dispersa”, “las empuja” y no las atiende a las ovejas, éste es el resumen de sus “malas obras” por las que Jahvé les va a juzgar a los
responsables, a los malos guardianes.
(v. 3)
- Pero Jahvé mismo será el buen pastor que “recogerá
al Resto de sus ovejas”, las “tornará a sus estancias”, las “hará criar” y “multiplicarse”, todos estos verbos signos de la protección y fecundidad
de las obras de Jahvé: (Jr. 31, 10). Ese “Resto” de las ovejas se
les llamará santos, los vivos en Jerusalén (Is. 4, 3). A través de toda la
historia de la salvación con las deportaciones y purificaciones ese Resto
llegará al final de los tiempos a identificarse con Cristo, el verdadero “germen” del nuevo Israel.
(v. 4)
- Estos buenos pastores que todavía se anuncian las “apacentarán bien”, las ahuyentarán del “miedo”, “no las asustarán”, cuidarán para que “no falte ninguna” (3, 15).
(v. 5)
- De la casa de David suscitará ese “germen justo” = 33, 15-16, un Rey-pastor prudente y justo =
el Mesías (Za. 3, 8; 6, 12) el “fruto de la tierra” (4, 2), como un árbol que retoña sobre el suelo de
Palestina.
(v. 6)
- Este rey será el que realice la unidad de los dos reinos, Judá
o Israel. Ambos estarán a salvo y vivirán en seguro y Jahvé dará a este
Reino un nombre nuevo: “Jahvé, justicia nuestra”. El nombre propio define al ser que lo lleva y fija su
destino, así esta “nueva Jerusalén” participará de la santidad de Dios.
Segunda Lectura: Ef. 2, 13-18
13
Mas ahora, en Cristo Jesús, vosotros, los que en otro tiempo estabais lejos,
habéis llegado a estar cerca por la sangre de Cristo.
14
Porque él es nuestra paz: el que de los dos pueblos hizo uno, derribando el
muro que los separaba, la enemistad,
15
anulando en su carne la Ley de los mandamientos con sus preceptos, para crear
en sí mismo, de los dos, un solo Hombre Nuevo, haciendo la paz,
16
y reconciliar con Dios a ambos en un solo Cuerpo, por medio de la cruz, dando
en sí mismo muerte a la Enemistad.
17
Vino a anunciar la paz: paz a vosotros que estabais lejos, y paz a los que
estaban cerca.
18
Pues por él, unos y otros tenemos libre acceso al Padre en un mismo Espíritu.
(v. 13) -
Estamos en Cristo cerca porque El es nuestra paz. “Lejos”, “cerca”, sin citar S. Pablo un punto de referencia, se refiere
al texto de (Is. 57, 19). Isaías se refiere a los miembros del pueblo escogido,
tanto alejados de Dios como cercanos a El. Para Pablo son los gentiles y los
judíos. La “lejanía” es pues aquella situación pasada que los paganos
nunca debieron de olvidar: (2, 12): lejanía de Dios, de la esperanza, de la
promesa, de Cristo que es quien nos aporta tantas gracias, situación dolorosa y “cercana” que hay de alegría hogareña.
- La lejanía del pueblo elegido ha sido y
es una enemistad profundamente arraigada y se concibe que “acercarse” sea unión de gentiles y judíos en un nuevo pueblo
de hermanos. Y todo ésto fue posible por la “sangre de Cristo”, “en Cristo Jesús”, El es el espacio de la cercanía de Dios. El
congrega a los miembros en un cuerpo vivo (2,
11-22) (31-13).
(v. 14-15a) - Y resume “El es nuestra paz”, como el tema que va a desarrollar. Emplea imágenes
complicadas: “lo
que se pasa”,
lo que ha de quitar El para hacer la unión, “un muro de separación”, enemistad; “la ley” con sus muchas ordenanzas y fundamento de esta
enemistad que ha de ser desplazada.
- Esta separación era real para todo judío
respecto a los incircuncisos. Israel sólo era escogido y sólo él era puro
frente a la idolatría, lujuria y derramamiento de sangre inocente del mundo
pagano. Su defensa era la ley o voluntad expresa de la voluntad de Dios. Esta
hacía imposible la convivencia con el no judío. Los gentiles así odiaban a los
judíos: (Tácito): “el enemigo del género humano”. Y Dios encontró el camino de suprimir la ley haciendo
que su Hijo la cumpliera a satisfacción una vez por todas, pues la
cumplió en la obediencia y el amor. “En su carne abolió la ley”, es decir, su sentido externo, las ordenanzas y
prescripciones, no su sentido interno.
- Y Cristo la cumplió como segundo
Adán, para todos. Desde ahora, pues, sólo hay un camino: la fe y
los sacramentos para cumplir la ley de Cristo en su obediencia y su
muerte por amor: en su resurrección y gloria. Esto es suprimir la ley
felizmente y como Dios.
(v. 15b) - Es
la nueva creación realizada en Cristo. Reúne en sí los dos
bandos para hacer de ellos “un solo hombre nuevo”. Esto es más que todo lo que entendemos por paz,
reconciliación y amor. La base de ésta es sólida porque las ha asentado la
sabiduría y omnipotencia de Dios y son realizadas en el amor de Cristo: “hacer la paz” (Rm. 1, 4) (I Cor. 15, 46).
(v. 16) - “Un solo cuerpo”, el cuerpo crucificado de Cristo donde han muerto judíos
y gentiles. Pertenecíamos a Cristo segundo Adán, sólo de derecho,
pero después que hemos correspondido libremente en la fe y en
el bautismo, ahora lo somos de hecho y ésto para
todos. Esta es la buena nueva de paz para el mundo.
(v. 17) -
Primero Cristo “vino” a proclamar esta obra (por su Espíritu Santo cuando
El se fue). (Act.) Se nos narra cómo los paganos fueron entrando en la Iglesia
y sin pasar por la ley. Después, al ser Cristo el “mensajero del gran designio” (Is. 9, 5) por sus “enviados” (II Cor. 5, 20).
(v. 18) -
La paz se resume en que “todos tenemos acceso al Padre” y todos en su solo Espíritu. Destino común:
el Padre; nuevo camino común: Cristo; fuerza común: el
Esp. Santo. Esto es el acceso a la vida trinitaria amorosa de Dios mismo.
-
Todo este misterio se trae aquí, en S. Pablo, con intención secundaria y como
causa de la paz entre gentiles y judíos. Lo mismo que con la reconciliación del
mundo con Dios se nos da todo el acontecimiento salvador.
Mc. 6, 30-34
30
Los apóstoles se reunieron con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y
lo que habían enseñado.
31
El, entonces, les dice: « Venid también vosotros aparte, a un lugar solitario,
para descansar un poco. » Pues los que iban y venían eran muchos, y no les
quedaba tiempo ni para comer.
32
Y se fueron en la barca, aparte, a un lugar solitario.
33
Pero les vieron marcharse y muchos cayeron en cuenta; y fueron allá corriendo,
a pie, de todas las ciudades y llegaron antes que ellos.
34
Y al desembarcar, vio mucha gente, sintió compasión de ellos, pues estaban como
ovejas que no tienen pastor, y se puso a enseñarles muchas cosas.
(v.
30)
- Parece como que la misión de los discípulos ha sido un
éxito por la gran aglomeración de pueblo, pero sorprende que los enviados sólo
refieran en general “lo que habían hecho y enseñado”. Esto debe reflejar la imagen futura de la misión
cristiana. “Apóstoles” en sentido amplio son los primitivos misioneros
cristianos, cuya misión emanaba del Señor Resucitado (I Cor. 15, 7-9) (Ef. 2,
20; 3, 5), por tanto, no necesariamente los doce.
- “Enseñaban”, la misma actividad de Jesús y que tan importante fue y
es para las comunidades posteriores: es la misión encomendada a la Iglesia
primitiva.
(v. 31-32)
- También la invitación de Jesús a retirarse a un
lugar solitario y descansar un poco adquiere un sentido que sobrepasa
la situación histórica. Históricamente, según Mateo (Mt. 14, 13), Jesús se
retira premeditadamente porque le han llegado noticias de la actitud de Herodes
(14, 13); Lucas habla sólo en general de la retirada de Jesús
a Betsaida (13,31-33); Marcos alude a otros intentos de Jesús
(6, 45; 7, 24; 8, 10), así se ve que Jesús quiere apartarse del pueblo de
Galilea por no responder con la fe esperada. Poco a poco se va reduciendo Jesús
al círculo más íntimo de sus discípulos, que servirá de modelo a
las posteriores comunidades, en las que junto a la acción misionera,
se cultivará el recogimiento y la meditación (Lc.
10, 38-42).
(v. 33-34)
- Pero el pueblo le sigue a la soledad y Jesús se
conmueve a compasión porque andan como ovejas sin pastor;
no es compasión puramente humana. La imagen de las ovejas dispersas y
sin pastor está tomada del A.T. Según (Nm. 27, 17) Moisés pide a Dios
un varón “que pueda ir
delante de ellos...” y eso fue entonces Josué y eso es ahora Jesús. (Ez. 34,
16) (Ez. 34, 23).
-
Esta misma idea late bajo otras palabras de Jesús: “Heriré al pastor y se dispersarán
las ovejas” (14, 27) (Zac. 13, 7). Jesús en su compasión mesiánica se vuelve
una y otra vez a su pueblo, le enseña y le conduce, le
alimenta y le conserva la vida (Jn. 10).
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