"Ventana abierta"
HOY EL RETO DEL AMOR ES, EN UN RATO DE ORACIÓN, INCLINARME EN LA PRESENCIA DE JESÚS CON LA MAYOR HUMILDAD QUE DIOS ME REGALE Y EN SILENCIO DEJARLE HACER EN MÍ
Hola, buenos días, hoy Matilde nos lleva al Señor. Que
pases un feliz día.
“MI ORACIÓN ES EN SILENCIO”
Estaba en la capilla en el rato de oración y mis ojos
iban y venían al Sagrario: Misterio de fe inefable... Al Cristo crucificado: el
Amor de Dios en Jesús, hasta el extremo... Y seguido, miraba a la Virgen María
con su Niño... Y aquí me detenía más, porque tenía a su izquierda una orquídea
que embellece la devoción a la Madre de Dios...
Pero la planta está inclinada, separándose de la
imagen... No está derecha, llamando la atención, como si dijera: “¡Aquí estoy
yo!”... Y me venía al corazón que esta orquídea es la imagen de cómo he de
acercarme a Dios al orar...
Lo primero, no he de ir reclamando: “¡Escúchame!”, sino
que tengo que “tomar distancia” ante Dios, tres veces Santo... Sentirme con
humildad, a una distancia infinita de Él. Y, si me acerco con confianza, es
porque Jesús mismo me ha invitado a hacerlo en su Palabra... Pero en la
oración, llegar a sentir a lo vivo que “soy la esclava del Señor”, y que puede
hacer en mí según desee y guste, esto es beber de la Fuente, que es su Espíritu
Santo…
Y, unido a la actitud humilde, está el temor de Dios.
Jesús me pide reverencia y adoración, para que ellas me conduzcan a sentir su
cercanía... ¡Cuanto más le respeto, más me tomará para Sí y me introducirá en
su Corazón, que es todo amor y misericordia!...
La oración de simplicidad es algo sin complicaciones,
porque parte de una fe viva que se actúa por el amor. Así es: pocas palabras y
mucho corazón puesto en mis manos, para que Él haga, me ilumine, me encienda en
amor, por su piedad para conmigo y para todo hombre que le invoque, aunque solo
sea con su Presencia...
Y el fruto de estar toda entera inclinada ante Jesús es
una paz que sobrepasa todo entendimiento y unas ganas enormes de estar tan solo
yendo y viniendo del bendito Sagrario al dulce Jesús en la cruz y a nuestra
Madre que nos espera con los brazos abiertos y llenos de su Niño Jesús...
Hoy el reto del amor es, en un rato de oración, inclinarme en la presencia de Jesús con la mayor humildad que Dios me regale y en silencio dejarle hacer en mí...
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
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