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Sean bienvenidos

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Invitación y bienvenida

Hola amig@s, bienvenid@s a este lugar, "Seguir la Senda.Ventana abierta", un blog que da comienzo e inicia su andadura el 6 de Diciembre de 2010, y con el que sólo busco compartir con ustedes algo de mi inventiva, artículos que tengo recogidos desde hace años, y también todo aquello bonito e instructivo que encuentro en Google o que llega a mí desde la red, y sin ánimo de lucro.

Si alguno de ustedes comprueba que es suyo y quiere que diga su procedencia, o por el contrario quiere que sea retirado de inmediato, por favor, comuníquenmelo y lo haré en seguida y sin demora.

Doy las gracias a tod@s mis amig@s blogueros que me visitan desde todas partes del mundo y de los cuales siempre aprendo algo nuevo. ¡¡¡Gracias de todo corazón y Bienvenid@s !!!!

Si lo desean, bajo la cabecera de "Seguir la Senda", se encuentran unos títulos que pulsando o haciendo clic sobre cada uno de ellos pueden acceder directamente a la sección que les interese. De igual manera, haciendo lo mismo en cada una de las imágenes de la línea vertical al lado izquierdo del blog a partir de "Ventana abierta", pasando por todos, hasta "Galería de imágenes", les conduce también al objetivo escogido.

Espero que todos los artículos que publique en mi blog -y también el de ustedes si así lo desean- les sirva de ayuda, y si les apetece comenten qué les parece...

Mi ventana y mi puerta siempre estarán abiertas para tod@s aquell@s que quieran visitarme. Dios les bendiga continuamente y en gran manera.

Aquí les recibo a ustedes como se merecen, alrededor de la mesa y junto a esta agradable meriendita virtual.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.
No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad. Les saluda atentamente: Mª Ángeles Grueso (Angelita)

sábado, 26 de junio de 2021

Una meditación para cada día. El desánimo. Sábado, 26 - Junio - 2021

 "Ventana abierta"

La Buena Semilla

¿Por qué te abates, oh alma mía, y te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle, salvación mía y Dios mío.

Salmo 42: 5

El desánimo

Sería falso y duro afirmar que un cristiano no puede estar triste. Es falso porque, creyentes o no, todos podemos pasar por fases de depresión que no tienen un origen espiritual. ¡Qué duro es para los que pasan por esas situaciones lamentables!

La Biblia cuenta la historia de creyentes que pasaron por grandes angustias, por ejemplo Job, Elías, Jeremías, Pablo.

Incluso sin tener momentos de depresión, a todos nos pasa que un día u otro estamos tristes o desanimados. En la vida de fe puede existir una sucesión de altibajos, de momentos en los que todo es claridad y otros en los que el horizonte parece oscurecerse. No dejemos que el pesimismo nos gane; nuestra fe debe estar vivificada continuamente por la lectura de la Palabra de Dios. Pidamos al Señor que haga brillar su luz en nuestro corazón mirando al Salvador en los evangelios.

La lectura de los salmos nos reconforta cuando nos sentimos turbados, desanimados, incomprendidos. A menudo sus autores cuentan su tristeza a Dios, ponen palabras a su sufrimiento. “¿Por qué te abates, oh alma mía…?”. Es como una toma de conciencia, la búsqueda de las causas de este sufrimiento, la convicción de que Dios quiere ocuparse de él y curar las heridas. Los momentos de recogimiento para buscar a Dios, solos o con la ayuda de hermanos y hermanas cristianos, pueden ser una gran ayuda.

“Dios, Dios mío eres tú; de madrugada te buscaré; mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela, en tierra seca y árida donde no hay aguas, para ver tu poder y tu gloria, así como te he mirado en el santuario” (Salmo 63: 1-2).

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