"Ventana abierta"
La Buena Semilla
Yo sé los pensamientos que tengo acerca de
vosotros, dice el Señor, pensamientos de paz… para daros el fin que esperáis.
Jeremías 29: 11
Nacer, vivir y morir
Durante toda su vida, un poeta italiano trató
de probar que Dios no existía. Poco antes de su muerte llegó a esta conclusión:
“Nací, no sé por qué; viví, no sé cómo; me voy, no sé a dónde…?”. ¡Qué triste
balance de una vida sin Dios…!
El apóstol Pablo tenía una convicción muy
diferente:
- “Dios… me apartó desde el vientre de mi
madre, y me llamó por su gracia… para que yo le predicase (a Jesús) entre los
gentiles” (Gálatas 1: 15-16). Pablo sabía por qué había nacido: para anunciar el
Evangelio al mundo.
- “Para mí el vivir es Cristo, y el morir
es ganancia. Mas si el vivir en la carne resulta para mí en beneficio de la
obra, no sé entonces qué escoger” (Filipenses 1: 21-22). Pablo sabía cómo quería vivir: toda su vida se resumía en
una persona, Jesucristo. Había renunciado a todo lo demás para conocer a
Jesucristo (Filipenses 3: 10).
- Tenía el “deseo de partir y estar con
Cristo, lo cual es muchísimo mejor” (Filipenses 1: 23). Sabía con certeza a dónde iría después de la muerte, y todo
lo que deseaba era estar con Cristo.
Pero estas afirmaciones no solo son la parte
del gran apóstol. El cristiano más humilde fue conocido y amado desde antes de
la fundación del mundo; Dios tiene un plan para su vida, mientras espera el
momento de ir con su Salvador.
Lector, ¿por qué nació usted? ¿Cómo vive? ¿A dónde va? Para poder responder con certeza, vuélvase a Jesucristo y recíbalo como su Salvador.
No hay comentarios:
Publicar un comentario