"Ventana abierta"
Archidiócesis de Sevilla
Manuel Enrique Figueroa
LOS EJES DE LA CARTA ENCÍCLICA
LAUDATO SI´ SOBRE EL CUIDADO DE CASA COMÚN
La Carta Encíclica Laudato Si´ Sobre el cuidado
de la casa común del Papa Francisco, de la que se cumplen ahora cinco años, se
vertebra en una serie de ejes: La íntima relación entre los pobres y la
fragilidad del planeta; la convicción de que en el mundo todo está conectado;
la crítica al nuevo paradigma y a las formas de poder que derivan de la
tecnología; la invitación a buscar otros modelos de entender la economía y el
progreso, así como el valor propio de cada criatura; el sentido humano de la
Ecología, la necesidad de debates sinceros y honestos; la grave responsabilidad
de la política internacional y local; la cultura del descarte; y la propuesta
de un nuevo estilo de vida.
El Papa Francisco plantea una cuestión muy
clara e injusta, como es la íntima relación entre los pobres y la fragilidad
del planeta. El planeta es un sistema que muestra una resiliencia natural pero
el impacto humano es demasiado intenso, y eso vuelve frágil a nuestra casa
común, el planeta Tierra. Las transformaciones a las sometemos el planeta y sus
procesos naturales cambian el funcionamiento natural del mismo, pensemos en el
clima, y esto incide especialmente en los más pobres del planeta. También
manifiesta el pontífice la convicción de que en el mundo todo está
conectado. Este es un principio sólido de la Ecología y el Papa Francisco la
desarrolla no solo en el plano de los procesos naturales del planeta sino
también en los aspectos sociales de la humanidad, en sus implicaciones
económicas. ¿Para que haya personas muy ricas es necesario que haya muchos
pobres? Si esta aseveración es verdad algo no funciona. ¿Por qué hay seres
humanos tan egoístas que generan el mal para muchos? Cada uno piense en la
respuesta que le dicta su corazón y su entendimiento, pero lo que es claro es el
camino que marca la Carta Encíclica.
El Papa Francisco expresa una crítica al nuevo
paradigma, el crecimiento continuo pasa lo que pase y cueste lo que cueste, con
muchos descartados en el camino, con mucho sufrimiento, y a las formas de poder
que derivan de la tecnología, un mal uso de la tecnología llamada a satisfacer
nuestras necesidades pero en manos de desalmados e inversores sin escrúpulos
que no tienen límites éticos o morales, con tal de satisfacer sus ansias de
poder, dominio o riqueza. La tecnología es buena, nos ha traídos muchas
facilidades, pero en manos equivocadas es un peligro para el planeta y la
humanidad. Por eso el Papa Francisco establece este eje vertebrador de la Carta
Encíclica.
Otra cuestión vertebradora del Papa en la
construcción del documento es la invitación a buscar otros modelos de entender
la economía y el progreso, así como el valor propio de cada criatura. Ya en la
Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium el Papa Francisco,
como un anticipo a la Laudato Si´ nos planteaba el papel de la
economía y la necesidad urgente de realizar cambios en la forma de plantearla.
La globalización neoliberal a la que hemos sometido la humanidad genera
demasiadas diferencias y numerosos descartes. Una economía que mata y un progreso
que solo favorece a minorías, La visión de la Ecología y su papel del Papa
Francisco se alinea con los puntos de vista más progresistas. Toda una lección.
El Papa busca un sentido humano a la Ecología y
plantea la necesidad de debates sinceros y honestos. La Ecología como ciencia
biológica tiene que tener presente en todos sus planteamientos al ser humano
junto con el resto de los eres de la Biosfera. Los debates científicos y
políticos deben ser sinceros y honestos. Esta honestidad a veces falta por sentimientos
egoístas e intereses sombríos, alejados del bien de la persona sin olvidar el
sentido ético de las relaciones con los otros seres vivos ya que formamos parte
de la Creación.
Pide el Papa Francisco atención a la grave responsabilidad de
la política internacional y local. Los dos niveles son esenciales. A nivel
local la responsabilidad municipal y autonómica en España es muy grande; hay
mucho que hacer desde el conocimiento y la responsabilidad para el bien común.
A escala nacional el tema es idéntico: conocimiento, responsabilidad y ética;
nadie se puede quedar atrás. A escala internacional hay importantes intentos,
por ejemplo los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Organización de las
Naciones Unidas. Constituyen una propuesta de medidas de gran trascendencia
aplicables a escalas distintas, desde la nacional (o supranacional, por
ejemplo la Unión Europea) a la municipal. Todo un deseable desafío pero que no
plantea obligaciones con lo cual puede estar condenado a no alcanzar todas sus
metas, hasta el año 2030, como pasó con los Objetivos del Milenio del año 2000.
Buenas intenciones sobre el papel pero insuficiente desarrollo de las mismas.
La cultura del descarte está bien implantada en
el mundo, países descartados y dentro de ellos ciudadanos descartados, ciudades
en marcha con un claro incremento de ciudadanos descartados, invisibles, En los
últimos tiempos estamos viviendo la realidad del racismo sistémico. Muchas
mujeres invisibles en el mundo. Ante esta situación global en el mundo el Papa
Francisco propone un nuevo estilo de vida. Hace cinco años de la Encíclica, si
se hubiesen llevado a la práctica las propuestas de la Encíclica seguro que el
mundo sería mejor, habría más equidad y justicia. ¿Seremos capaces de hacer que
el modelo de vida que propone el Papa Francisco en su Encíclica se imponga en
el mundo? ¿Qué podemos hacer cada uno al respecto?
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