"Ventana abierta"
“Capellanes covid”, solidaridad con los enfermos
Rodrigo Vera
"Todos los sacerdotes que estamos llevando los santos óleos a los enfermos de covid-19 tenemos temor a infectarnos, ¡todos! Pero por encima del miedo se imponen la caridad y la solidaridad con el enfermo".
En su homilía del Jueves Santo, cuando la
pandemia del coronavirus atacaba con inusual agresión a Europa, el papa
Francisco exhortó a los sacerdotes católicos a “servir” a los contagiados. A
principios de mayo la Conferencia del Episcopado Mexicano atendió el llamado y
comenzaron a formarse en cada diócesis del país los “capellanes covid”. Son
ellos quienes, venciendo el miedo al contagio, aplican los santos óleos a los
moribundos, pues, dicen, “se imponen la caridad y la solidaridad con el
enfermo”.
Atendiendo
el llamado del Papa Francisco, en cada diócesis del país comenzaron a formarse
los “capellanes
covid”,
quienes, venciendo el miedo, aplican los santos óleos a los moribundos
CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).– Sobre su oscura vestimenta eclesiástica, el sacerdote Andrés López Ruiz se coloca el delantal impermeable y el resto del equipo médico de protección –cubrebocas, guantes y gogles–, y así recorre algunos hospitales de la Ciudad de México para llevar los santos óleos a los enfermos de covid-19 que están a punto de morir.
Carga consigo un
crucifijo, un estuche con hostias y un recipiente con el óleo que aplica en la
frente y en las manos de los moribundos, por quienes reza para que Dios perdone
sus pecados, les conceda paz y les dé fortaleza en el difícil trance de la
muerte.
Y a los enfermos que aún pueden abrir la boca y murmurar algunas palabras,
López Ruiz les coloca la hostia entre los labios para darles el viático; la
última comunión que reciben ya en su lecho de muerte y conectados muchas veces
a un tanque de oxígeno.
“Los enfermos de coronavirus son actualmente los más excluidos. Incluso
muchos están muriendo abandonados porque sus familias los rechazan. Son como
los leprosos en la época de Jesucristo, como los apestados. Nadie los quiere ni
ver. Todo mundo les tiene miedo”, asegura.
¿Usted no le teme al contagio?
– Claro que me da
miedo el contagio. Todos los sacerdotes que estamos llevando los santos óleos a
los enfermos de covid-19 tenemos temor a infectarnos, ¡todos! Pero por encima
del miedo se imponen la caridad y la solidaridad con el enfermo.
¿Son los propios moribundos quienes solicitan sus servicios espirituales?
– Sí. Ordinariamente son los enfermos y sus familiares quienes piden el
auxilio espiritual. Y nosotros acordamos con la familia el momento para ir a
dar la unción al enfermo, que puede ser en el hospital o en el domicilio
particular.
“El papa Francisco siempre nos ha pedido ir a las periferias para
acompañar a los necesitados. Y ahorita las periferias son los hospitales, y los
más necesitados son precisamente los contagiados de coronavirus. Por eso
estamos apoyándolos.”
López Ruiz forma parte de los llamados “capellanes covid”, una nueva
categoría de sacerdotes que está surgiendo en México y otros países, con el fin
de llevar la unción a los contagiados de covid-19 al momento de su agonía.
Reportaje extraído de Facebook
Este es
un adelanto de un reportaje del número 2277 de la edición impresa de Proceso,
publicado el 21 de junio de 2020
No hay comentarios:
Publicar un comentario