"Ventana abierta"
Dominicas lerma
Comentarios a la Palabra de Dios
24 DE JUNIO - NATIVIDAD
DE SAN JUAN BAUTISTA
SOLEMNIDAD
Is. 49, 1-6
1 ¡Oídme, islas,
atended, pueblos lejanos! Yahveh desde el seno materno me llamó; desde las
entrañas de mi madre recordó mi nombre.
2 Hizo mi boca como
espada afilada, en la sombra de su mano me escondió; hízome como saeta aguda,
en su carcaj me guardó.
3 Me dijo: « Tú eres mi
siervo (Israel), en quien me gloriaré. »
4 Pues yo decía: « Por
poco me he fatigado, en vano e inútilmente mi vigor he gastado. ¿De veras que
Yahveh se ocupa de mi causa, y mi Dios de mi trabajo? »
5 Ahora, pues, dice
Yahveh, el que me plasmó desde el seno materno para siervo suyo, para hacer que
Jacob vuelva a él, y que Israel se le una. Mas yo era glorificado a los ojos de
Yahveh, mi Dios era mi fuerza.
6 « Poco es que seas mi
siervo, en orden a levantar las tribus de Jacob, y de hacer volver los
preservados de Israel. Te voy a poner por luz de las gentes, para que mi
salvación alcance hasta los confines de la tierra. »
- Los
profetas ven dos tradiciones en este fragmento del 2º Poema del Siervo.
La primera (v. 1-3 y 5b-6) tiene un espíritu universalista. La segunda (v.
4-5a) es muy distinta.
- El
Deutero Isaías había esperado durante mucho tiempo que Ciro sería
el enviado de Dios. Pero no tuvo más remedio que renunciar a esta vana
imaginación, pues Ciro restableció los templos de Marduk, las fiestas paganas
del Año Nuevo, etc.
-
También el profeta se da cuenta de que él mismo es el enviado de Dios y
hace un elogio de la función de los profetas, tomando los mismos elemento que
tomó para Ciro.
1) = La misma visión
de alcance universal. El mismo nombre pronunciado por Dios (Is. 41,
25; 49, 1).
2) = La espada de
Ciro que debía pulverizar a los reyes (Is. 41, 2) ha sido confiada
ahora al profeta (Is. 49, 2).
3) = El profeta se
convierte en la luz de las naciones que debería haber sido
Ciro: (Is. 42, 16; 49, 6).
- Al
lado de estos rasgos tomados de la fisonomía de Ciro, otros están inspirados
directamente en el relato ideal de los profetas, así estos versículos son el
elogio real del profeta como tal:
4) = Llamado desde
el seno materno (Jer. 1, 5; Is. 49, 1)
5) = Recuerdo de la ”Danza
de la espada” de Ez. 21, 14-22 y del envío de Jer. para “destruir y
derribar” (1, 10) a las naciones (Is. 49, 2)
6) = Incluso la desesperación
del profeta está representada en este retrato (Jer. 15, 10; 20, 9; Is.
49, 4)
- Así
tenemos el retrato del profeta a) su elección desde el seno
materno; b) misión de reunir a las naciones (universalismo) después de haber
congregado a las tribus, c) los combates y pruebas que llevan su misión.
- Los
cristianos designan así al profeta por excelencia: Jesucristo (Mt.
3, 17): al ser investido para su misión mesiánica y luz de la Iglesia (Lc.
2, 32; Act. 13, 47).
Act 13,22-26
22 Depuso a éste y les
suscitó por rey a David, de quien precisamente dio este testimonio: He
encontrado a David, el hijo de Jesé, un hombre según mi corazón, que realizará
todo lo que yo quiera.
23 De la descendencia
de éste, Dios, según la Promesa, ha suscitado para Israel un Salvador, Jesús.
24 Juan predicó como
precursor, ante su venida, un bautismo de conversión a todo el pueblo de
Israel.
25 Al final de su
carrera, Juan decía: "Yo no soy el que vosotros os pensáis, sino mirad que
viene detrás de mí aquel a quien no soy digno de desatar las sandalias de los
pies."
26 « Hermanos, hijos de
la raza de Abraham, y cuantos entre vosotros temen a Dios: a vosotros ha sido
enviada esta Palabra de salvación.
Pablo y Bernabé, están en
Antioquía de Pisidia en la sinagoga de los judíos y oyen las lecturas de “la
Ley y los profetas” que se leían para oyentes judíos. Pero Pablo las oye
con oídos cristianos. Cuando ésta se termina, es invitado por el jefe de la
sinagoga a dirigir la palabra a los presentes y Pablo comienza en mirada
retrospectiva a relatar las obras salvíficas de Dios en favor
del pueblo elegido por Él y liberado de la esclavitud. Es toda la línea de la
salvación que conduce al verdadero “Salvador” a Jesús.
Deliberadamente pone ante los ojos de los oyentes judíos la promesa del
Salvador en la figura de David, pero todo este curso de la historia
que antecede a Juan, el Precursor, es provisional, comparado con la
llegada de este gran hombre que nos anuncia al Salvador, al Mesías esperado, a
Jesús.
Juan, predicó en el
desierto un bautismo de penitencia.
Quiere desinstalar al pueblo para preparar en ese desierto de conversión y
encuentro con Dios, unos corazones bien dispuestos donde el Mesías pueda
emprender su Pascua. Juan es el hombre fiel (no se arroga
ningún valor mesiánico), sensible como todo profeta y exigente porque
sabe que Dios es un Dios celoso y amante de su creatura. Por ello, como todo
profeta, Juan sufre el martirio y es perseguido.
Juan está muy vinculado a
la obra salvífica, así lo comprende la Iglesia primitiva (1,5.22; 10,37;
18,25).
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