"Ventana abierta"
La Buena Semilla
El que cree en el Hijo (de Dios) tiene vida
eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de
Dios está sobre él.
Juan 3: 36
Jesús… nos libra de la ira venidera.
1 Tesalonicenses 1: 10
No desprecie sus advertencias
Cuando hay un temblor de tierra, a menudo
siguen las réplicas, a veces más violentas y peligrosas. La pausa que hay entre
ellas ofrece la posibilidad de encontrar un lugar más seguro para tratar de
salvar la vida. Pero la historia muestra ejemplos de personas que despreciaron
la primera advertencia, mientras el momento de tregua se prolongaba.
Hoy también vivimos un tipo de pausa. La última
guerra mundial no ha sido olvidada, y el futuro parece incierto. Los
disturbios, los desórdenes y los atentados, como un gran rugido, hacen
presentir días malos. ¿Estamos atentos a esas advertencias? Después de una
catástrofe, muchas personas hablan de destino ciego, de azar. Pero en realidad,
Dios nos habla seriamente mediante estos signos precursores. Acontecimientos
terribles se producirán en la tierra. Dios también los menciona en la Biblia.
Pero al final de este Libro, antes de la descripción de los juicios, el Señor
Jesús nos invita a recibirlo: “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo” (Apocalipsis
3: 20). Jesús llama a la puerta del que, indiferente o rebelde, todavía no cree
en él y hace caso omiso a sus advertencias.
Jesús quiere darle la vida eterna y la paz del
corazón. Desea librar a todos de los tiempos terribles que van a llegar. En
efecto, “no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salvación por medio
de nuestro Señor Jesucristo, quien murió por nosotros” (1 Tesalonicenses
5: 9-10). Cada persona está invitada a abrir la puerta, a creer en el amor de Jesús
y a recibirlo como su Salvador.
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