"Ventana abierta"
La Buena Semilla
El temor del Señor es el principio de la sabiduría.
Proverbios 9: 10
La verdadera sabiduría
Las caídas brutales de los índices bursátiles a
menudo hacen temblar el mundo financiero, e incluso a naciones enteras. Un
experto en el tema hizo este comentario: “El terror de un crac bursátil es el
comienzo de la sabiduría”. Hacía una parodia del versículo bíblico citado en el
encabezamiento para aplicarlo al ámbito de las finanzas. Sin embargo, cambió la
palabra “temor” por “terror”, cosa muy diferente, ¡y olvidó a Dios! Cuando la
Biblia habla del temor de Dios, esto no significa terror, sino respeto hacia
Dios.
¿Qué tipo de sabiduría tenía en mente este
consejero en economía? Simplemente la de un financiero que desea invertir su
dinero hábilmente, sin tomar demasiados riesgos. La sabiduría que Dios da nos
enseña que en el mundo no hay nada estable, y que por lo tanto debemos ir a
Dios y depender de él. La sabiduría del mundo concierne a las cosas terrenales,
al hombre, sus posesiones, sus deseos. La verdadera sabiduría se aferra al Dios
creador y salvador.
Decir que el dinero gobierna el mundo es una
afirmación corriente, pero es extremadamente grave si el dinero también
gobierna a los cristianos. Entonces ya no es Dios y sus pensamientos lo que
anima nuestra vida, sino el amor al dinero: un ídolo, “raíz de todos los
males” (1 Timoteo 6: 10), que nos desvía del camino de la fe.
La verdadera sabiduría consiste en dar
prioridad a Dios en nuestro corazón. Él no cambia, y sus dones dan un gozo
eterno. “Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre
de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación” (Santiago
1: 17).
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