"Ventana abierta
Archidiócesis de Sevilla
Momento de la Eucaristía del Corpus 2021 - Raúl Doblado
CORPUS CHRISTI 2021
ABC de Sevilla
Sevilla
celebra un Corpus íntimo y de grandes ausencias en la despedida de Monseñor
Asenjo
El administrador apostólico celebró la última solemnidad al frente de la Archidiócesis en un nuevo año sin procesión en las calles.
Javier Comas. Seguir Sevilla
Todo fue igual que en
2020. Los mismos actores, la misma
pandemia y el mismo aforo. El ritual también fue idéntico y las
estampas, similares. Fuera sí era distinto. El despertar que la ciudad
comenzaba a vivir en junio del año pasado, donde solo el sevillano ocupaba las
calles, contrastaba con el movimiento en los exteriores de la Catedral: turistas que ya deambulan por
un caso histórico que ya comienza a parecerse a los tiempos previos al Covid.
El rito fue inapelable en el interior. Sevilla puede
felicitarse de tener este gran joyero sacro que es la Catedral de Sevilla que
engrandece hasta los Corpus descafeinados de piedad popular como el que
vivió este jueves, que busca algún día volver a relucir más que el sol. El gran
órgano, el boato y la estética. Era un día grande y así lo marca una historia
que ojalá no tenga que reescribir una página similar a la de este maldito año.
El propio administrador apostólico, Juan José Asenjo, lo apuntó en su homilía: «Esta diócesis es profundamente eucarística.
Dios quiera que no se pierda el amor y veneración al Santísimo Sacramento». Así al menos respira el alma de la ciudad,
aunque por segundo año consecutivo algunos escaparates y colgaduras del centro
sean los únicos heraldos en la calle de esta fiesta grande.
La propia presencia del prelado fue lo más destacado del acto. Presidió la última gran solemnidad de la ciudad como cabeza principal de la Iglesia de Sevilla. Todo fue con sabor a despedida. No ha podido ser en las calles ni en la cercanía con el pueblo que ha pastoreado durante más de una década. Y es que, al final del todo, cuando ya había finalizado el componente litúrgico de la solemnidad y con la compostura que ha marcado en su mandato hasta el final, Asenjo lanzó un mensaje de adiós a sus fieles tras impartir la bendición con un guiño a la religiosidad de esta tierra: «Me ha emocionado ver a tantas personas que al paso del Santísimo se arrodillaban con tal piedad. Eso se ve en Andalucía y no en otras latitudes más al norte». Por ello, mostró su «alegría por haberles servido durante doce largos años» y pidió «rezar por el nuevo arzobispo».
La bendición
Llegó el momento de la procesión litúrgica con los mismos cánones de 2020 pero sin la presencia activa de las personas que han trabajado en primera línea de batalla ante el virus, como sí sucedió el año pasado. Sin el tradicional baile de los seises ni niños carráncanos que ‘carranquen’ el cortejo, Asenjo portó el Santísimo Sacramento con el ostensorio y recorrió el interior de las naves. Muchos echaron en falta la gran custodia de Arfe –que va a ruedas- por el interior de la Seo y otro año más quedaba guardada en la sacristía mayor de la Catedral.
El Santísimo procesionó tras un cortejo donde solo los miembros de la asociación de la Virgen de los Reyes y los de la Sacramental del Sagrario, sin cirios; así como los representantes del Consejo de Cofradías, las autoridades y los canónigos revestidos de blanco, daban reminiscencias a celebraciones pasadas que la ciudad espera recuperar en 2022 con una pronta y progresiva vuelta de la normalidad del culto público.
El administrador apostólico, Juan José Asenjo, bendice al pueblo con el Santísimo el día del Corpus – Raúl Doblado
Llegó el final de
esta pequeña e íntima procesión. De cara a los fieles que se congregaban en la
avenida de la Constitución, tuvo lugar la bendición a la Archidiócesis desde la puerta principal del templo, la
de la Asunción –que solo se abre con las
llegadas o muertes de arzobispos y con venidas del Papa- y que volvió a ser la
gran estampa de este Corpus de interior con pocos fieles, dejando a las claras
que esta celebración se retroalimenta, en gran medida, de las representaciones
de las hermandades que este año tampoco han estado presentes de manera
individual.
Asenjo se despidió
tras doce años, lo hizo junto al Señor Sacramentado. Este sábado 5 de junio
dirá su adiós definitivo ante la Archidiócesis y la sociedad sevillana en una
eucaristía en la Catedral que dará comienzo a las 12 de la mañana. El 12 de
junio, Monseñor José Ángel Sainz Meneses tomará posesión del asiento de una
sede dando paso a un nuevo tiempo en la Iglesia de Sevilla.
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