"Ventana abierta"
«Saca primero la viga de tu ojo»
La coherencia de vida es lo que da autoridad moral para aconsejar y
corregir, no la presunción de pensar que somos o pensamos mejor que otros.
El Señor es directo ¿Porqué miras la paja que hay en el ojo de tu hermano y no ves la viga que está en el tuyo? ¿Cómo puedes decir a tu hermano: «Hermano, deja que te saque la paja de tu ojo» Tú, que no ves la viga que tienes en el tuyo? ¡Hipócrita, saca primero la viga de tu ojo, y entonces verás claro para sacar la paja del ojo de tu hermano.
De esta manera se podrá ser buen guía para los demás y no condenaremos
fácilmente al otro como generalmente lo hacemos: evidenciamos y juzgamos el
pecado del otro y a nosotros nos auto justificamos, queremos que escuchen
nuestras razones pero no damos la oportunidad al otro de explicarnos su
proceder.
Muchas veces hasta cuestionamos la misericordia de Dios para con quien
nosotros hemos condenado de antemano, no olvidemos: «El discípulo no es
superior al maestro». No podemos ser más justos que Dios que hace llover sobre
buenos y malos. Pero sí podemos ser misericordiosos cómo Él lo es con nosotros.
Y ¿cómo darnos cuenta qué clase de persona es uno mismo y los demás, sin
dejarnos llevar por el prejuicio?, por sus frutos, por su obrar: «No hay árbol
bueno que dé frutos malos, ni árbol malo que dé frutos buenos: cada árbol se
reconoce por su fruto. No se recogen higos de los espinos, ni se cosechan uvas
de las zarzas. El hombre bueno saca el bien del tesoro de la bondad que tiene
en su corazón. El malo saca el mal, porque de la abundancia del corazón habla
la boca.» Nuestras palabras revelan quienes somos, los frutos dependen del
interior ¿Qué cosechan de nosotros? ¿De qué soy productor? preguntémonos en
este día y recomencemos con ánimo y confianza en el Señor.
Iluminados con las palabras de vida que nos trae el Evangelio, demos
frutos de auténtica conversión. Quien camina con Jesucristo aprende a amar, a
obrar con sabiduría y prudencia para no caer en juicios temerarios que al final
ensombrecen la vida. Ánimo, el cultivar requiere paciencia, no estás sola ni
solo en esta tarea.
+Mons. Marco Antonio Cortez Lara
Obispo de Tacna y Moquegua
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