"Ventana abierta"
Los cinco minutos del Espíritu Santo
Mons. Víctor Manuel Fernández
El autor nos conduce en estos cinco minutos diarios para abrirnos al Espíritu de Dios y percibir la fuerza de su consuelo.
El Espíritu Santo
actúa por todas partes, y deja estelas de luz en la vida de la gente. Él no
hace acepción de personas. No le interesa si son negros o blancos, inteligentes
o no, famosos o ignorados, fuertes o débiles. Sólo le interesa que son seres
humanos, y en todos realiza su obra.
Por eso, no pensemos que el Espíritu Santo está solamente en
algunos seres especiales, en los grandes sabios, en personas que saben
expresarse o que hablan de una forma muy agradable, o en aquellos que han
estudiado mucho y saben muchas cosas. El Espíritu Santo actúa en un ama de
casa, en un catequista, en un trabajador. Actúa tanto en un misionero como en
un monje, tanto en un niño como en un anciano. En todos logra dejar algo bueno
y lo hace de miles de maneras diferentes. Por eso no podemos encasillarlo, y no
podemos decir de qué forma actúa. Él actúa como quiere, cuando quiere y donde
quiere, y produce actos de bondad, de generosidad y de entrega en todos los
corazones.
Él puede derramar algo bello también en un gran pecador, más
allá de sus miserias y de sus debilidades.
Es bueno abrir los ojos y ampliar nuestra mente, para que no
seamos negativos, y podamos reconocer todas las pequeñas y grandes cosas que
hace el Espíritu Santo por todas partes.
El autor nos conduce en estos cinco minutos diarios para abrirnos al Espíritu de Dios y percibir la fuerza de su consuelo.
El Espíritu Santo
actúa por todas partes, y deja estelas de luz en la vida de la gente. Él no
hace acepción de personas. No le interesa si son negros o blancos, inteligentes
o no, famosos o ignorados, fuertes o débiles. Sólo le interesa que son seres
humanos, y en todos realiza su obra.
Por eso, no pensemos que el Espíritu Santo está solamente en
algunos seres especiales, en los grandes sabios, en personas que saben
expresarse o que hablan de una forma muy agradable, o en aquellos que han
estudiado mucho y saben muchas cosas. El Espíritu Santo actúa en un ama de
casa, en un catequista, en un trabajador. Actúa tanto en un misionero como en
un monje, tanto en un niño como en un anciano. En todos logra dejar algo bueno
y lo hace de miles de maneras diferentes. Por eso no podemos encasillarlo, y no
podemos decir de qué forma actúa. Él actúa como quiere, cuando quiere y donde
quiere, y produce actos de bondad, de generosidad y de entrega en todos los
corazones.
Él puede derramar algo bello también en un gran pecador, más
allá de sus miserias y de sus debilidades.
Es bueno abrir los ojos y ampliar nuestra mente, para que no seamos negativos, y podamos reconocer todas las pequeñas y grandes cosas que hace el Espíritu Santo por todas partes.
http://bit.ly/2KTVzEr
#CincoMinutos #EspírituSanto #VíctorManuelFernández #EditorialClaretiana
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