"Ventana abierta"
Padres,
bauticen a sus hijos lo antes posible, ¡hay diferencia!
Aleteia
25 – Agosto - 2018
Festiva celebración de las familias católicas del mundo con el papa
Francisco en el estado Croke Park de Dublín
El estadio Croke Park
de Dublín vibró esta tarde con la fiesta de las familias con el Papa, en el
marco del encuentro mundial de familias que se está celebrando esta semana.
Francisco
aprovechó la ocasión para animar a las familias a bautizar cuanto antes a sus
hijos para que puedan formar parte de la familia de Dios.
“Es
necesario invitar a todos a la fiesta, incluso al niño pequeño, por eso se les
debe bautizar lo antes posible; si
el niño de pequeño es bautizado entra en su corazón el Espíritu Santo“, destacó.
El niño bautizado “es más fuerte porque tiene la fuerza de Dios”.
La
fiesta empezó con un espectáculo de música y danza, y el saludo del cardenal
irlandés Kevin Farrell, prefecto del dicasterio para los Laicos, Familia y
Vida, a los miles de asistentes.
Farrell
recordó que la familia es el sueño de Dios para la humanidad, y pidió en
oración que todas las familias del
mundo tengan experiencia del amor de Dios para poder hacer frente a la división,
al rechazo y puedan encontrar así el ejemplo de la familia de Nazaret.
A
continuación tuvo lugar una presentación de varios emotivos testimonios de
distintas familias del mundo, sobre tecnologías,
guerra, drogas, marginación, esperanza, compasión, perdón, relaciones
intergeneracionales y otros temas que las afectan.
Para las familias de
los cristianos de Tierra Santa, sin embargo, este evento ha significado más una
prueba que una fiesta, ya que sólo cinco familias, procedentes de Israel,
pudieron llegar hasta Irlanda para participar, mientras los palestinos y jordanos
no obtuvieron el visado, según denunció a Asia News el vicario patriarcal para Jerusalén, Giacinto-Boulos
Marcuzzo.
En
su discurso a las familias, Francisco destacó la belleza de celebrar juntos,
sintiendo la presencia de Dios.
“Hoy
en Dublín nos hemos reunido para una celebración familiar de acción de
gracias a Dios por lo que somos: una sola familia en Cristo extendida por toda
la tierra“, dijo.
“La Iglesia es la familia de los hijos de Dios, una familia en que nos
alegramos con los que están alegres y lloramos por los que sufren, una familia
en que cuidamos de cada uno“, añadió.
El
Papa dijo que las familias son la gran mayoría del pueblo
de Dios y
sin ellas, la Iglesia sería “una Iglesia de estatuas”.
“Tras haber encontrado el amor de Dios que salva intentemos con
palabras o sin ellas manifestarlo a través de pequeños gestos de bondad en la rutina
cotidiana y en los momentos más sencillos del día -invitó-, esto se
llama santidad”.
“El
matrimonio y la vida familiar se comprenden en toda su belleza y atractiva
cuando están anclados en el amor divino”, dijo.
La buena convivencia familiar, también con
suegras y nueras, requiere tiempo y paciencia, como hacer un té, comparó
Francisco.
“El perdón es un don especial de Dios
que cura nuestras heridas y nos acerca a los demás y a Él”, afirmó. Y a través de gestos sencillos de
perdón que obligan a superar el orgullo, el desapego y la vergüenza, se
construye una sólida vida familiar.
Para
cuando queremos hacer las paces pero no sabemos cómo, Francisco dijo: es fácil: da una caricia y se hace la paz.
Y recordó que en las familias hay que aprender tres palabras: perdón,
por favor y gracias.
“Cuando
discutas en casa asegúrate antes de ir a dormir de decir que lo sientes, hagan
las paces”, invitó. ¿Por qué? “Porque si no, al día siguiente viene la guerra
fría, que es muy peligrosa, estén atentos a la guerra fría en la
familia”.
“Muchas veces puedes
estar enojado y sentir la tentación de ir a dormir solo y aislado -dijo-. Si te
sientes así llama a la puerta y di: ¿por favor, puedo pasar? Lo que se necesita es una mirada, un beso,
una palabra afectuosa y todo vuelve a ser como antes”.
“Cuando las familias lo
hacen, sobreviven: no hay una familia perfecta -reconoció-, sin el hábito de perdonar la familia crece
enferma y gradualmente se desmorona”.
“Perdonar quiere
decir dar algo de uno mismo -explicó-. Jesús nos perdona siempre con la fuerza
de su perdón, también nosotros podemos perdonar a los demás si realmente lo
queremos, ¿no es lo que pedimos al rezar el Padrenuestro? Los niños aprenden a
perdonar cuando los padres se perdonan”.
“Mientras
todo pasa el amor no pasa nunca”, dijo citando a san Pablo.
“Las
familias pueden conectarse a través de internet y beneficiarse de ello; las redes sociales pueden ser beneficiosas
si se usan con moderación y prudencia”, dijo.
“Es
importante sin embargo que estos medios no se conviertan jamás en
una amenaza a la red de relaciones de carne y de sangre, aprisionándonos en la
realidad virtual”,
añadiendo.
El Papa dijo que las
personas quizás se pueden plantear reducir el tiempo que se usa a los
medios tecnológicos y aumentar el de estar entre ellos y con Dios.
“Cuando usas las redes sociales demasiado tiempo, cuando
en la mesa en vez de hablar en familia cada uno está con su celular y se
conecta afuera, está en órbita, esto es peligroso, porque te quita de lo concreto de la familia y te
lleva hacia una vida gaseosa, abstracta, sin consistencia”, advirtió.
“En toda sociedad las familias generan paz porque enseñan amor,
aceptación y el perdón que son el mejor antídoto contra el mal”, aseguró.
“La familia que reza unida permanece unida e
irradia la paz; una familia así puede ser un apoyo especial para otras familias
que no viven en paz”, dijo.
También animó a los padres a enseñar a sus hijos a hacer el signo de la
cruz. “Este es el primer credo que aprenden: creo en el Padre, en el Hijo,
en el Espíritu Santo”.
Y agradeció a una familia
numerosa irlandesa sus palabras y testimonio de amor y fe que ofrecieron en el
encuentro: “Es hermoso tener diez hijos”, señaló.
“El
vino nuevo comienza a fermentar en el noviazgo, necesario pero transitorio y
madura en el matrimonio”, dijo en sentido metafórico, capaz de acoger a los débiles, frecuentemente marginados en la
cultura del descarte: a los niños porque molestan, a los ancianos porque no
sirven,…
“Nuestras
familias son tesoros vivos de
memoria, con los hijos que a su vez se convierten en padres y luego
abuelos; de ellos recibimos la identidad, los valores y la fe”, exclamó.
“Una
sociedad que no valora a los abuelos es una sociedad sin futuro”.
“Una Iglesia que no
tiene en el corazón la alianza entre generaciones terminará careciendo de lo
que realmente importa: el amor”, añadió.
“Nuestros
abuelos nos enseñan el significado del amor conyugal y parental”, afirmó, “es
un gran error pensar que hablar con ellos es una pérdida de tiempo”.
Finalmente, les dijo a
las familias que “son la esperanza de la Iglesia y del mundo”. Dios
ha creado a la humanidad para que fuera una familia de familias, añadió: “con
su testimonio del Evangelio pueden ayudar a Dios a realizar su sueño”.
Las
familias acabaron la fiesta rezando con el Papa la Oración oficial del encuentro de las familias de Dublín.
Crónica basada en la retransmisión en español
de Radio Vaticano
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