Recordando a mi querida madre en su 95 Cumpleaños. 25 - Agosto - 2018

"Ventana abierta"

Hoy es el Cumpleaños de mi madre, de mis hijas su abuela, y de mis nietos su bisabuela.

Hoy día 25 de agosto de 2018, se celebraría el 95 cumpleaños de mi querida madre.

Mamá, el Cielo está de fiesta, porque hoy es tu Cumpleaños, y estás en el mejor lugar y en la mejor Compañía... en el cariño y en el abrazo tierno del Padre.

Cómo quisiera continuar acariciando tus manos, madre, como lo hacía siempre, pero sobre todo, en los últimos días de tu existencia entre nosotros, tus hijos, nietos y biznietos, mientras se nos caían las lágrimas tanto tiempo contenidas, y que, después de irte, ya eran torrentes imposible de retener.

Espero que estés bailando en el Cielo.

Espero que estés cantando de júbilo en el coro de los ángeles.

Espero que los ángeles sepan lo que tienen entre ellos.

Estoy segura de que el Cielo es aún más bonito desde que tú llegaste.

De este lado o del otro, tú, madre mía, nunca dejaste, ni dejarás de velar por tus hijos, que tanto te necesitamos.

Cada uno de nosotros somos como un lápiz que va dibujando o escribiendo cada línea de nuestra vida. Cada persona que se encuentra con nosotros mueve el lápiz, y, así se va formando y desarrollando cómo somos.

La vida es un camino y al final, en el último día, nos examinarán del amor. 
"Yo amé y fui amada". 
Eso es lo que hemos aprendido y experimentado de ti, madre, amaste mucho a los tuyos y nosotros a ti.
Y todos aquellos que te han tratado y se acercaban a ti en un momento determinado y crucial de sus vidas, los has amado y ellos también te han mostrado con creces que eras merecedora de su amor.
Gracias madre por todas tus enseñanzas y muestras de cariño, dándote a los demás, y quedando tú siempre en un segundo término.

Damos gracias a Dios por habernos hecho el regalo de haberte tenido tantos años entre nosotros, disfrutando de tu cariño y de tu compañía en todos los eventos familiares, unos buenos y otros no tanto, pero siempre muy unidos.

Estás y estarás constantemente en nuestra mente y en nuestro corazón, mi madre hermosa.

Sólo queremos que sepas que no dejamos de extrañarte y que nos haces mucha falta.
Ruega al Señor por nosotros ahora que tú te encontrarás tan cerquita de Él.