"Ventana abierta"
RINCÓN PARA ORAR
Sor Matilde
PEDID Y SE OS DARÁ
7 « Pedid y se os dará; buscad y hallaréis;
llamad y se os abrirá.
8 Porque todo el que pide recibe; el
que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.
9 ¿O hay acaso alguno entre vosotros que al hijo que le pide pan le dé una piedra;
10 o si le pide un pez, le dé una culebra?
11 Si, pues, vosotros, siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará cosas buenas a los que se las pidan!
12 « Por tanto, todo cuanto queráis que os hagan los hombres, hacédselo también vosotros a ellos; porque ésta es la Ley y los Profetas. (Mt.7, 7-12)
9 ¿O hay acaso alguno entre vosotros que al hijo que le pide pan le dé una piedra;
10 o si le pide un pez, le dé una culebra?
11 Si, pues, vosotros, siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará cosas buenas a los que se las pidan!
12 « Por tanto, todo cuanto queráis que os hagan los hombres, hacédselo también vosotros a ellos; porque ésta es la Ley y los Profetas. (Mt.7, 7-12)
“Jesús, te doy gracias de todo corazón,
porque siempre me escuchas, siempre me das lo que me conviene y lo das guiado
por tu amor a mí, así que me das espléndidamente, ¡a lo Dios!”
Cuando busco, hallo, y, cuando te llamo, me
respondes en tu silencio sonoro… Tu voz siempre resuena en mi corazón y me
dice: “¡Ven!, ven al Amor, ven a la Vida, ven a la Paz, ven al Ser”. Pero
necesito de la perseverancia confiada para no desistir en la súplica. El que ha
experimentado alguna vez que Tú eres su Padre, que está en el cielo de su
corazón, donde se encuentra tu imagen llenándolo todo, se lanza a tus brazos
cerrando los ojos de la razón, y a veces de la evidencia, del peligro y la
amenaza, y dice: ¡creo!, “creo Señor, que Tú estás conmigo todos los días hasta
el fin del mundo”…
Tu palabra es verdad y una roca en mi
camino. Ella, me va sosteniendo en cada peligro del sendero, y esto hasta
llegar a la Patria del Cielo donde no se dará el paso a paso, entre mil
sobresaltos, sino un estar contigo, abrazado a tu misericordia y rodeado de
tantas peticiones confiadas, búsquedas seguras de tu Presencia y llamadas
ansiosas que encontraron respuesta firme en tu Amor que me esperaba en cada
recodo del camino de mi vida...
!Sigue escuchándome Señor!...
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