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Sean bienvenidos

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Invitación y bienvenida

Hola amig@s, bienvenid@s a este lugar, "Seguir la Senda.Ventana abierta", un blog que da comienzo e inicia su andadura el 6 de Diciembre de 2010, y con el que sólo busco compartir con ustedes algo de mi inventiva, artículos que tengo recogidos desde hace años, y también todo aquello bonito e instructivo que encuentro en Google o que llega a mí desde la red, y sin ánimo de lucro.

Si alguno de ustedes comprueba que es suyo y quiere que diga su procedencia, o por el contrario quiere que sea retirado de inmediato, por favor, comuníquenmelo y lo haré en seguida y sin demora.

Doy las gracias a tod@s mis amig@s blogueros que me visitan desde todas partes del mundo y de los cuales siempre aprendo algo nuevo. ¡¡¡Gracias de todo corazón y Bienvenid@s !!!!

Si lo desean, bajo la cabecera de "Seguir la Senda", se encuentran unos títulos que pulsando o haciendo clic sobre cada uno de ellos pueden acceder directamente a la sección que les interese. De igual manera, haciendo lo mismo en cada una de las imágenes de la línea vertical al lado izquierdo del blog a partir de "Ventana abierta", pasando por todos, hasta "Galería de imágenes", les conduce también al objetivo escogido.

Espero que todos los artículos que publique en mi blog -y también el de ustedes si así lo desean- les sirva de ayuda, y si les apetece comenten qué les parece...

Mi ventana y mi puerta siempre estarán abiertas para tod@s aquell@s que quieran visitarme. Dios les bendiga continuamente y en gran manera.

Aquí les recibo a ustedes como se merecen, alrededor de la mesa y junto a esta agradable meriendita virtual.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.
No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad. Les saluda atentamente: Mª Ángeles Grueso (Angelita)

miércoles, 3 de octubre de 2018

Rincón para orar. MISIÓN DE LOS 72. 3 - Octubre - 2018

"Ventana abierta"


RINCÓN PARA ORAR

SOR MATILDE


MISIÓN DE LOS 72

1 Después de esto, designó el Señor a otros 72, y los envió de dos en dos delante de sí, a todas las ciudades y sitios a donde él había de ir.
2 Y les dijo: « La mies es mucha, y los obreros pocos. Rogad, pues, al Dueño de la mies que envíe obreros a su mies.
3 Id; mirad que os envío como corderos en medio de lobos.
4 No llevéis bolsa, ni alforja, ni sandalias. Y no saludéis a nadie en el camino.
5 En la casa en que entréis, decid primero: "Paz a esta casa."
6 Y si hubiere allí un hijo de paz, vuestra paz reposará sobre él; si no, se volverá a vosotros.
7 Permaneced en la misma casa, comiendo y bebiendo lo que tengan, porque el obrero merece su salario. No vayáis de casa en casa.
8 En la ciudad en que entréis y os reciban, comed lo que os pongan;
9 curad los enfermos que haya en ella, y decidles: "El Reino de Dios está cerca de vosotros."
10 En la ciudad en que entréis y no os reciban, salid a sus plazas y decid:
11 "Hasta el polvo de vuestra ciudad que se nos ha pegado a los pies, os lo sacudimos. Pero sabed, con todo, que el Reino de Dios está cerca."
12 Os digo que en aquel Día habrá menos rigor para Sodoma que para aquella ciudad. (Lc. 10, 1-12)
Para la misión que Jesús nos ha encomendado, nos manda de dos en dos: si uno va solo y se cae, ¿quién lo levantará? La ayuda fraterna es un mandato de Jesús. El Espíritu está prometido “cuando dos o tres se reúnen en su Nombre”: juntos planean la misión, juntos se sostienen en la fe y en los decaimientos y juntos se enardecen en el amor a Dios y a los pobres. Pero para esta encomienda, tan sólo armados con la espada afilada de la Palabra de Dios y la fe en la ayuda del Espíritu Santo, hay pocos obreros…
Muchos hombres desean escuchar la Buena Nueva de que Dios nos ama gratuitamente, pero el cristiano ha de ir también desprovisto de todo apoyo humano, para que se vea que una fuerza tan extraordinaria de ser sanado y amar, no viene de nosotros, sino de Dios.
No al dinero y sí a la fe en la Providencia; no a llevar protección para el camino, porque “mi fuerza es el Señor”; no al discurso preparado, sino a la improvisación del soplo del Espíritu y una sola palabra de vida: “Paz a esta casa y a tu corazón, el Reino de Dios ya está cerca de ti, Dios te ama y ha dado su vida por ti”…¿Que para esta misión hay pocos obreros?, pues pidamos a Dios, que Él da generosamente, pero hagámoslo con perseverancia, sin cansarnos, una y mil veces pedir y pedir y esperar sentados a la puerta de nuestra esperanza segura, porque sabemos bien de quién nos hemos fiado y Él es fiel…
¡Señor, envíanos obreros a tu mies, tu amor lo necesita!

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