"Ventana abierta"
LA MEJOR Y LA PEOR COMIDA DEL MUNDO
Web católico de Javier Olivares
Hace más de 2.000
años, un rico mercader griego tenía un esclavo llamado Esopo. Un esclavo no muy
bien parecido, feo, mas de sabiduría única en el mundo. Cierta vez, para probar
las cualidades de su esclavo, el mercader ordenó:
-Toma, Esopo. Aquí está este saco de monedas. Corre al
mercado y compra los mejores ingredientes para un banquete. ¡La mejor comida
del mundo!
Poco tiempo después, Esopo volvió del mercado y colocó sobre
la mesa un plato cubierto por un fino paño de lino. El mercader levantó el paño
y se sorprendió:
-¡Ah!, ¿lengua? Nada como una buena lengua que los pastores griegos
saben preparar muy bien. Pero ¿por qué escogiste exactamente a la lengua como
la mejor comida del mundo?
El esclavo, con la mirada baja, explicó su preferencia:
-¿Qué hay mejor que la lengua, señor? La lengua nos une a
todos cuando hablamos. Sin la lengua no podríamos entendernos.
La lengua es la llave, el órgano de la verdad y la razón.
Gracias a la lengua se construyen ciudades, gracias a la lengua podemos
expresar nuestro amor. La lengua es el órgano del cariño, de la ternura, del
amor, de la comprensión. Es la lengua que torna eternos los versos de los
poetas, las ideas de los grandes escritores. Con la lengua se enseña, se
persuade, se instruye, se reza, se explica, se canta, se describe, se elogia,
se demuestra, se afirma. Con la lengua decimos "madre" y
"querida" y "Dios". Con la lengua decimos "sí",
con la lengua decimos "¡yo te amo!" ¿Puede haber algo mejor que la
lengua señor?
El mercader se levantó entusiasmado:
-!Muy bien. Esopo! Realmente me has traído lo mejor que hay.
Toma ahora este otro saco de monedas.
Anda de nuevo al mercado y trae lo que haya de peor, pues
quiero ver tu sabiduría.
Después de algún tiempo, el esclavo Esopo volvió del mercado
trayendo un plato cubierto por un paño. El mercader lo recibió con una sonrisa:
-Hummm... ya, sé lo que hay de mejor. Veamos ahora lo que hay
de peor...
El mercader descubrió el plato y quedó indignado:
¿Qué? ¿Lengua? ¿Lengua otra vez? ¿Lengua? ¿No dijiste que la
lengua era lo mejor que había? ¿Quieres ser azotado?
Esopo bajó la mirada y respondió:
-La lengua, señor, es lo peor que hay en el mundo. Es la
fuente de todas las intrigas, el inicio de todos los procesos, la madre de
todas las discusiones.
Es la lengua la que separa a la humanidad, que divide a los
pueblos. Es la lengua la que usan los malos políticos cuando quieren engañar
con sus falsas promesas.
Es la lengua la que usan los pícaros cuando quieren estafar.
La lengua es el órgano de la mentira, de la discordia, de los malos entendidos,
de las guerras, de la explotación.
Es la lengua la que miente, la que esconde, que engaña, que
explota, que blasfema, que insulta, que se acobarda, que mendiga, que provoca,
que destruye, que calumnia, que vende, que seduce, que corrompe.
Con la lengua decimos "muere" y "canalla"
y "demonio". Con la lengua decimos "no". Con la lengua
decimos "¡yo te odio!"
Ahí está, señor, por qué la lengua es la mejor y la peor de
todas las cosas!
¿Y tú? ¿Cómo usas tu lengua? Procura hablar menos y pensar más.
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