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Sean bienvenidos

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Invitación y bienvenida

Hola amig@s, bienvenid@s a este lugar, "Seguir la Senda.Ventana abierta", un blog que da comienzo e inicia su andadura el 6 de Diciembre de 2010, y con el que sólo busco compartir con ustedes algo de mi inventiva, artículos que tengo recogidos desde hace años, y también todo aquello bonito e instructivo que encuentro en Google o que llega a mí desde la red, y sin ánimo de lucro.

Si alguno de ustedes comprueba que es suyo y quiere que diga su procedencia, o por el contrario quiere que sea retirado de inmediato, por favor, comuníquenmelo y lo haré en seguida y sin demora.

Doy las gracias a tod@s mis amig@s blogueros que me visitan desde todas partes del mundo y de los cuales siempre aprendo algo nuevo. ¡¡¡Gracias de todo corazón y Bienvenid@s !!!!

Si lo desean, bajo la cabecera de "Seguir la Senda", se encuentran unos títulos que pulsando o haciendo clic sobre cada uno de ellos pueden acceder directamente a la sección que les interese. De igual manera, haciendo lo mismo en cada una de las imágenes de la línea vertical al lado izquierdo del blog a partir de "Ventana abierta", pasando por todos, hasta "Galería de imágenes", les conduce también al objetivo escogido.

Espero que todos los artículos que publique en mi blog -y también el de ustedes si así lo desean- les sirva de ayuda, y si les apetece comenten qué les parece...

Mi ventana y mi puerta siempre estarán abiertas para tod@s aquell@s que quieran visitarme. Dios les bendiga continuamente y en gran manera.

Aquí les recibo a ustedes como se merecen, alrededor de la mesa y junto a esta agradable meriendita virtual.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.
No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad. Les saluda atentamente: Mª Ángeles Grueso (Angelita)

martes, 9 de febrero de 2021

LUIS NAXI. CLAVES DE LA ACEPTACIÓN Y ENTREGA EN EL SUFRIMIENTO. Martes, 9 - Febrero - 2021

"Ventana abierta" 


Archidiócesis de Sevilla


Isabel Orellana Vilches

LUIS NAXI. CLAVES DE LA ACEPTACIÓN Y ENTREGA EN EL SUFRIMIENTO

El sábado 6 de febrero en uno de los Motus Christi internacionales dirigidos a jóvenes, que semanalmente organizan los misioneros identes, los participantes de varios países sintieron un nudo en la garganta y el anhelo de postrarte en oración al escuchar el testimonio de Luis Antonio Naxi, joven mejicano conocido como “Cielo”, del que ya me hice eco en otra ocasión en este espacio, y que durante unos minutos narró la vuelta de tuerca que dio a su vida en medio de la grave enfermedad degenerativa terminal que padece. Dejó al descubierto su nobleza, su gallardía, la fortaleza que experimenta ante un día a día complejo que afronta con realismo, consciente de lo que le rodea, pero abierto por completo a la voluntad de Cristo lo cual se trasluce en su paz y alegría.

Luis es un ejemplo viviente de cómo ha de afrontarse el sufrimiento, del que es auténtico maestro, en una edad juvenil que por su enfermedad le ha hurtado muchos sueños. Le ha arrebatado proyectos, y hasta algunas personas que dijeron ser sus amigas desaparecieron cuando más las habría necesitado. Por si fuera poco en 2020 sus padres fallecieron por la COVID. Y da idea de su madurez lo que sintió: “Con un beso me recibiste, con un beso de eternidad me despido”, creyendo que sus padres estarán aguardándole cuando le toque partir. Es decir, que esa lesión que padece no ha podido sustraerle los sueños de eternidad, sino que los ha aventado. Y hacia ella camina con la certeza de que ese Dios Padre que nunca abandona a sus hijos está con él.

No es posible hablar con esa fuerza con la que Luis lo hace de una experiencia de oración continua, de esa presencia de Dios en su vida de forma permanente, si no la viviese. El conocimiento de la deriva de su enfermedad a muchas personas les induciría a caer en la tristeza, en el desánimo, a fuerza de pensar en lo inevitable y en todo lo que ello conlleva. Pero él no. Sabiéndose objeto de un plan divino ha elegido la auto-donación, esencia de la vida cristiana, que es el antagónico de la auto-compasión. Lo afirmó de forma rotunda y clara diciendo que cuando Cristo quiera llamarle, está dispuesto. No ha perdido su conciencia de finitud; no habla con fatalismo. Hay paz y alegría en sus palabras y en su rostro; obediencia y disposición a ese decreto que el Padre ha trazado sobre él. Está convencido de que esta misión que le ha entregado con su enfermedad es ayudar y acompañar a los que sufren. En él hay acción; no un conformismo pasivo.

Narra el Evangelio cómo la suegra de Pedro nada más ser curada se puso a servir. Este es un peldaño sumamente enriquecedor de la experiencia de quien habiendo padecido no se aprovecha de la situación dejándose atender, abriendo la ventana al egoísmo. Luis Antonio Naxi está sirviendo a los demás en medio de esta parálisis que no tiene remedio, salvo milagro, lo cual pone de relieve otro de los matices encerrados en un espíritu abierto a la gracia que quiere apurar su tiempo sin que se derrame ni un ápice de ese bien que puede ofrecer a los demás.

Es una inmensa lección que este joven de dieciocho años da a un mundo a veces tan descreído y alejado de la realidad, un mundo que da la espalda al dolor y a la gracia que Dios concede para poder afrontarlo. Un abrazo Luis. Que Dios te bendiga.

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