"Ventana abierta"
Los cinco minutos del Espíritu Santo
Mons. Víctor Manuel Fernández
Cuando nos descuidamos, comenzamos a fabricar alguna máscara para evitar
los cambios más profundos, o porque no nos atrevemos a ser nosotros mismos.
¿Cuáles son las posibles máscaras que tenemos que entregar al Espíritu Santo
para que él las destruya?
Puede ser la máscara de la fuerza, que nosotros creamos para esconder nuestra
fragilidad, en lugar de tratar de fortalecernos por dentro con el poder del
Espíritu. Esta máscara nos lleva a mostrarnos agresivos, rebeldes, autoritarios,
ambiciosos; pero en realidad, de esa manera sólo estamos ocultando nuestros
miedos e inseguridades, que siguen haciéndonos daño por dentro.
Otra máscara puede ser la de la bondad, porque nos gusta que digan que somos
buenos y humildes, no toleramos que piensen que somos egoístas u orgullosos.
Entonces, para aparentar bondad, nunca decimos que no, siempre hacemos lo que
los demás nos piden, nunca discutimos. Pero en el fondo del corazón sufrimos
una gran violencia, porque todo eso no es auténtico. En cambio, el Espíritu
Santo nos fortalece para que nos atrevamos a ser respetuosos y amables, pero
auténticos y sinceros, sin pretender dar más de lo que podemos ni esconder
nuestras verdaderas convicciones.
Otra máscara muy común es la de la serenidad, como si fuéramos personas
imperturbables, que no nos molestamos ni nos enojamos con nada. Pero la
procesión va por dentro, y esa ira reprimida termina quemándonos por dentro y
enfermándonos. El Espíritu Santo nos enseña a expresar lo que sentimos, sin
agredir a los demás ni quejarnos permanentemente, pero sin la vergüenza de
manifestar lo que llevamos dentro.
http://bit.ly/2WjHNAp
#CincoMinES #VíctorManuelFernández #Claretiana
No hay comentarios:
Publicar un comentario