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Sean bienvenidos

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Invitación y bienvenida

Hola amig@s, bienvenid@s a este lugar, "Seguir la Senda.Ventana abierta", un blog que da comienzo e inicia su andadura el 6 de Diciembre de 2010, y con el que sólo busco compartir con ustedes algo de mi inventiva, artículos que tengo recogidos desde hace años, y también todo aquello bonito e instructivo que encuentro en Google o que llega a mí desde la red, y sin ánimo de lucro.

Si alguno de ustedes comprueba que es suyo y quiere que diga su procedencia, o por el contrario quiere que sea retirado de inmediato, por favor, comuníquenmelo y lo haré en seguida y sin demora.

Doy las gracias a tod@s mis amig@s blogueros que me visitan desde todas partes del mundo y de los cuales siempre aprendo algo nuevo. ¡¡¡Gracias de todo corazón y Bienvenid@s !!!!

Si lo desean, bajo la cabecera de "Seguir la Senda", se encuentran unos títulos que pulsando o haciendo clic sobre cada uno de ellos pueden acceder directamente a la sección que les interese. De igual manera, haciendo lo mismo en cada una de las imágenes de la línea vertical al lado izquierdo del blog a partir de "Ventana abierta", pasando por todos, hasta "Galería de imágenes", les conduce también al objetivo escogido.

Espero que todos los artículos que publique en mi blog -y también el de ustedes si así lo desean- les sirva de ayuda, y si les apetece comenten qué les parece...

Mi ventana y mi puerta siempre estarán abiertas para tod@s aquell@s que quieran visitarme. Dios les bendiga continuamente y en gran manera.

Aquí les recibo a ustedes como se merecen, alrededor de la mesa y junto a esta agradable meriendita virtual.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.
No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad. Les saluda atentamente: Mª Ángeles Grueso (Angelita)

viernes, 31 de julio de 2020

Celebramos hoy la memoria de san Ignacio. Viernes, 31 - Julio - 2020

Ventana abierta"


Ignacio de Loyola

P. Leonardo Molina García 

Celebramos hoy la memoria de san Ignacio, aquel santo cuya vida es novelesca, y cuya espiritualidad, especialmente sus Ejercicios Espirituales, han servido, y sirven, de inspiración y guía para millones de personas.

Ignacio es el santo del discernimiento (1), el santo de las dos banderas (2), el santo de la imaginación (3)… no puedo ocultar mi profunda admiración y el afecto por este santo que tanto me ayuda en mi camino a la santidad.

Dentro de los Ejercicios uno de los recovecos que para mí resulta más sugerente es aquel en el cual nos plantea tres preguntas que intitulan esta sencilla reflexión.

La primera vez que las escuché me sorprendieron sobremanera, fundamentalmente me sorprendió repensar mi relación con Cristo como una historia con pasado, presente y futuro. Me resultó verdaderamente inspirador ver mi relación con Dios en perspectiva, y desde entonces a todas las personas a las que acompaño en mi actividad pastoral les sugiero que escriban su “biografía con Dios”, es una tarea de investigación seria en la propia vida, necesaria especialmente si queremos vivir como cristianos adultos, descubrir los vestigios de Dios en mi historia, porque Él no se manifiesta solo en la Historia, sino que se hace visible, se revela también en mi propio relato.

En segundo lugar, las tres preguntas me conectan con una de las catequesis más hermosas que he podido recibir. Alguien nos enseñaba a rezar y nos contaba que cada noche antes de dormir, rezaba por las personas que había conocido, por las personas que conocía, y por las personas que iba a conocer. Así, nos decía, lleva rezando por vosotros desde hace mucho. Entender la relación con Cristo desde estas coordenadas, imaginar a Jesús rezando así por mí, a lo largo de toda mi vida es la fuente de energía más poderosa de mi experiencia cristiana, Dios ha estado, está y estará presente en mi vida, sin dejarme de lado ni un sólo momento.

Y en tercer lugar, querría compartir con vosotros hoy, la respuesta más directa a estas tres preguntas. De primeras, por lo menos a mí me pasa, que me sale un “nada”, o un “poca cosa”, o simplemente no se me ocurre que voy a hacer en un futuro por Cristo, tal vez, porque, ahora mismo no sé ni que voy a comer dentro de un rato, así que como para saber qué puedo hacer por Cristo, y saben a mí eso me creó inquietud.

Sin embargo, hoy sé que la única forma con la que puedo quedarme tranquilo al responder esta pregunta, es poniendo al Señor como fuente y sentido de todo lo que hago. Es verdad que muchas veces curioso he escudriñado caminos alejados de Él, pero ciertamente es tarea de cada día reubicarme en el camino del amor de Dios. ¿Qué hace una madre por su hijo? Todo, pues cuando te encuentres de nuevo con estas preguntas de Ignacio, responde con determinación Todo, Señor.

Leonardo Molina García S.J.

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