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Sean bienvenidos

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Invitación y bienvenida

Hola amig@s, bienvenid@s a este lugar, "Seguir la Senda.Ventana abierta", un blog que da comienzo e inicia su andadura el 6 de Diciembre de 2010, y con el que sólo busco compartir con ustedes algo de mi inventiva, artículos que tengo recogidos desde hace años, y también todo aquello bonito e instructivo que encuentro en Google o que llega a mí desde la red, y sin ánimo de lucro.

Si alguno de ustedes comprueba que es suyo y quiere que diga su procedencia, o por el contrario quiere que sea retirado de inmediato, por favor, comuníquenmelo y lo haré en seguida y sin demora.

Doy las gracias a tod@s mis amig@s blogueros que me visitan desde todas partes del mundo y de los cuales siempre aprendo algo nuevo. ¡¡¡Gracias de todo corazón y Bienvenid@s !!!!

Si lo desean, bajo la cabecera de "Seguir la Senda", se encuentran unos títulos que pulsando o haciendo clic sobre cada uno de ellos pueden acceder directamente a la sección que les interese. De igual manera, haciendo lo mismo en cada una de las imágenes de la línea vertical al lado izquierdo del blog a partir de "Ventana abierta", pasando por todos, hasta "Galería de imágenes", les conduce también al objetivo escogido.

Espero que todos los artículos que publique en mi blog -y también el de ustedes si así lo desean- les sirva de ayuda, y si les apetece comenten qué les parece...

Mi ventana y mi puerta siempre estarán abiertas para tod@s aquell@s que quieran visitarme. Dios les bendiga continuamente y en gran manera.

Aquí les recibo a ustedes como se merecen, alrededor de la mesa y junto a esta agradable meriendita virtual.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.
No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad. Les saluda atentamente: Mª Ángeles Grueso (Angelita)

miércoles, 22 de julio de 2020

El árbol de las manzanas

"Ventana abierta"



El árbol de las manzanas 


Hace mucho tiempo existía un enorme árbol de manzanas. Un pequeño niño lo amaba mucho y todos los días jugaba alrededor de él. Trepaba al árbol hasta el tope, comía sus manzanas y tomaba una siesta bajo su sombra. Él amaba al árbol y el árbol amaba al niño.


Paso el tiempo y el pequeño niño creció y él nunca más volvió a jugar alrededor del enorme árbol. 

Un día el muchacho regresó al árbol y escuchó que el árbol le dijo triste: 
- ¿Vienes a jugar conmigo?

Pero el muchacho contesto:
-  Ya no soy el niño de antes que juega alrededor de enormes árboles, lo que ahora quiero son juguetes y necesito dinero para comprarlos. 

- Lo siento, dijo el árbol, pero no tengo dinero... Aunque te sugiero que tomes todas mis manzanas y las vendas, de esta manera tú obtendrás el dinero para tus juguetes.

 Y el muchacho se sintió muy feliz, tomó todas las manzanas obtuvo el dinero, y el árbol volvió a ser feliz. 


Pero el muchacho nunca volvió después de obtener el dinero y el árbol volvió a estar triste.

Tiempo después, el muchacho regresó y el árbol se puso feliz y le preguntó: 
- ¿Vienes a jugar conmigo?

- No tengo tiempo para jugar debo de trabajar para mi familia, necesito una casa para compartir con mi esposa e hijos, puedes ayudarme?

- Lo siento, no tengo una casa, pero... tú puedes cortar mis ramas y construir tu casa”. 

El joven cortó todas las ramas del árbol y esto hizo feliz nuevamente al árbol, pero el joven nunca más volvió desde esa vez, y el árbol volvió a estar triste y solitario.

Cierto día de un cálido verano, el hombre regresó y el árbol estaba encantado.

- ¿Vienes a jugar conmigo?... volvió a preguntar el árbol. 

El hombre contestó: 
- Estoy triste y volviéndome viejo, quiero un bote para navegar y descansar. ¿Puedes darme uno?

- El árbol contestó: 
- Usa mi tronco para que puedas construir uno y así puedas navegar y ser feliz”. 

El hombre cortó el tronco y construyó su bote, luego se fue a navegar por un largo tiempo.

Finalmente regresó después de mucho tiempo y el árbol le dijo, lo siento mucho, pero ya no tengo nada que darte, ni siquiera manzanas.



El hombre replicó: 
- No tengo dientes para morder; ni fuerza para escalar... porque ahora ya estoy viejo.

Entonces el árbol con lágrimas en sus ojos le dijo: 
- Realmente no puedo darte nada, la única cosa que me queda son mis raíces muertas. 

Y el hombre contestó:
 - Yo no necesito mucho ahora, solo un lugar para descansar, estoy tan cansado después de tantos años... 



- Bueno las viejas raíces de un árbol, son el mejor lugar para recostarse y descansar, ven, siéntate conmigo y descansa.

 El hombre se sentó junto al árbol y éste feliz y contento sonrió con lágrimas.


Esta es la historia de cada uno de nosotros, el árbol son nuestros padres, cuando somos niños, los amamos y jugamos con mamá y papá... cuando crecemos los dejamos. Solo regresamos a ellos cuando los necesitamos o estamos en problemas, no importa lo que sea, ellos siempre están ahí para darnos todo lo que puedan y hacernos felices. 

Tú puedes pensar que el muchacho es cruel contra el árbol, pero es así como nosotros tratamos a nuestros padres...

Por favor envía este mensaje a tus amigos y siempre ama a tus padres.

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