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Sean bienvenidos

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Invitación y bienvenida

Hola amig@s, bienvenid@s a este lugar, "Seguir la Senda.Ventana abierta", un blog que da comienzo e inicia su andadura el 6 de Diciembre de 2010, y con el que sólo busco compartir con ustedes algo de mi inventiva, artículos que tengo recogidos desde hace años, y también todo aquello bonito e instructivo que encuentro en Google o que llega a mí desde la red, y sin ánimo de lucro.

Si alguno de ustedes comprueba que es suyo y quiere que diga su procedencia, o por el contrario quiere que sea retirado de inmediato, por favor, comuníquenmelo y lo haré en seguida y sin demora.

Doy las gracias a tod@s mis amig@s blogueros que me visitan desde todas partes del mundo y de los cuales siempre aprendo algo nuevo. ¡¡¡Gracias de todo corazón y Bienvenid@s !!!!

Si lo desean, bajo la cabecera de "Seguir la Senda", se encuentran unos títulos que pulsando o haciendo clic sobre cada uno de ellos pueden acceder directamente a la sección que les interese. De igual manera, haciendo lo mismo en cada una de las imágenes de la línea vertical al lado izquierdo del blog a partir de "Ventana abierta", pasando por todos, hasta "Galería de imágenes", les conduce también al objetivo escogido.

Espero que todos los artículos que publique en mi blog -y también el de ustedes si así lo desean- les sirva de ayuda, y si les apetece comenten qué les parece...

Mi ventana y mi puerta siempre estarán abiertas para tod@s aquell@s que quieran visitarme. Dios les bendiga continuamente y en gran manera.

Aquí les recibo a ustedes como se merecen, alrededor de la mesa y junto a esta agradable meriendita virtual.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.
No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad. Les saluda atentamente: Mª Ángeles Grueso (Angelita)

jueves, 30 de julio de 2020

REFLEXIÓN PARA EL JUEVES DE LA DÉCIMO SÉPTIMA SEMANA DEL T.O. (2) 30 - Julio - 2020

"Ventana abierta"


De la mano de María
Héctor L. Márquez (Conferencista católico)

REFLEXIÓN PARA EL JUEVES DE LA DÉCIMO SÉPTIMA SEMANA DEL T.O. (2)  


“Cuando está llena, la arrastran a la orilla, se sientan, y reúnen los buenos en cestos y los malos los tiran”.

La lectura evangélica que nos brinda la liturgia para hoy (Mt 13,47-53) nos presenta, una vez más, la última de las parábolas del Reino (la de la red), así como la conclusión del “discurso parabólico” de Jesús que abarca todo el capítulo 23 del Evangelio según san Mateo.

Esta es otra de esas parábolas con “sabor escatológico”, es decir, del fin de los tiempos y el juicio final. Compara el Reino de los cielos con una red que saca toda clase de peces del mar, buenos y malos. Y nos dice que al final de los tiempos los ángeles harán con nosotros lo mismo que hacen los pescadores con los peces que atrapan en la red: “separarán a los malos de los buenos y los echarán al horno encendido”, a lo que sigue esa frase que encontramos en Mateo y en Lucas: “Allí será el llanto y el rechinar de dientes”. El rechinar de dientes es una frase tomada del Antiguo Testamento (Job16,9; Sal 35,16), que expresa odio y rabia, pero que unida al llanto expresa la desesperación y el dolor de los que quedarán excluidos de la salvación.

Hemos dicho que en sus parábolas Jesús utiliza imágenes de la cotidianidad. En este momento le está hablando a pescadores del lago de Galilea, personas que están familiarizadas con las faenas de la pesca; personas que saben que al echar las redes atrapan toda clase de peces, buenos y malos, y al sacarlas deben escoger entre los buenos y los malos, los que tienen valor y los que no son comestibles, y botar los últimos junto con toda clase de algas y otra basura que se enredan en las mismas. El Reino de los cielos se parece a… Solo así podemos entender los misterios del Reino.

Esa imagen del Reino como una red en la que caben tanto los peces buenos como los malos, lo mismo que en la parábola de cizaña y el trigo, nos apunta también al hecho de que el Reino ya está aquí, que ha comenzado. Que la imagen visible de la presencia del Reino, la Iglesia, al igual que el Reino, está abierta a todos, buenos y malos, trigo y cizaña, todos coexistiendo en esa “red”. Una Iglesia “santa” formada por santos y pecadores; una Iglesia que está constantemente llamada a la conversión. El mismo Jesús nos enseñó que su mensaje está dirigido a todos. Por eso se juntaba con pecadores, aquellos que tenían más necesidad de “médico” (Cfr. Lc 5,31-32).

Y ahí está la ventaja del Reino. Los “peces malos” tenemos oportunidad de convertirnos en “peces buenos” si acudimos a la misericordia divina y nos dejamos arropar de su infinito Amor. Y si algo caracteriza a Jesús es su infinita paciencia. No importa si nos convertimos a última hora, tendremos la misma recompensa (Mt 11,1-26), seremos contados entre los “peces buenos”, entre los “benditos del padre” (Cfr. Mt 25,34). El problema estriba en que no sabemos el día ni la hora (Mt 24,36).  Si fuera hoy, ¿serías contado entre los “peces buenos”? De ti depende… Todavía estás a tiempo.

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