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Sean bienvenidos

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Invitación y bienvenida

Hola amig@s, bienvenid@s a este lugar, "Seguir la Senda.Ventana abierta", un blog que da comienzo e inicia su andadura el 6 de Diciembre de 2010, y con el que sólo busco compartir con ustedes algo de mi inventiva, artículos que tengo recogidos desde hace años, y también todo aquello bonito e instructivo que encuentro en Google o que llega a mí desde la red, y sin ánimo de lucro.

Si alguno de ustedes comprueba que es suyo y quiere que diga su procedencia, o por el contrario quiere que sea retirado de inmediato, por favor, comuníquenmelo y lo haré en seguida y sin demora.

Doy las gracias a tod@s mis amig@s blogueros que me visitan desde todas partes del mundo y de los cuales siempre aprendo algo nuevo. ¡¡¡Gracias de todo corazón y Bienvenid@s !!!!

Si lo desean, bajo la cabecera de "Seguir la Senda", se encuentran unos títulos que pulsando o haciendo clic sobre cada uno de ellos pueden acceder directamente a la sección que les interese. De igual manera, haciendo lo mismo en cada una de las imágenes de la línea vertical al lado izquierdo del blog a partir de "Ventana abierta", pasando por todos, hasta "Galería de imágenes", les conduce también al objetivo escogido.

Espero que todos los artículos que publique en mi blog -y también el de ustedes si así lo desean- les sirva de ayuda, y si les apetece comenten qué les parece...

Mi ventana y mi puerta siempre estarán abiertas para tod@s aquell@s que quieran visitarme. Dios les bendiga continuamente y en gran manera.

Aquí les recibo a ustedes como se merecen, alrededor de la mesa y junto a esta agradable meriendita virtual.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.
No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad. Les saluda atentamente: Mª Ángeles Grueso (Angelita)

miércoles, 2 de febrero de 2022

Saludo: "El zapatero inteligente": un cuento para ayudar a los niños a dormir bien. Y el vídeo de Maria Alvear Torres. Miércoles, 2 - Febrero - 2022

 "Ventana abierta"

El zapatero inteligente

Todo comenzó en un pueblo en el que vivía un zapatero con su esposa. El trabajo para él era escaso, ya que en aquel pueblo el número de personas era muy bajo, por lo cual decidió probar suerte en la gran ciudad.

El zapatero llegó a la gran ciudad y rápidamente ofreció todos sus servicios gritando en las calles. Sin embargo, el primer día le fue bastante mal y no consiguió clientes.

Al siguiente día regresó a las calles de la gran ciudad para intentar nuevamente conseguir clientes y una mujer lo contrató para que le arreglara unos zapatos por una moneda de cobre.

Otra mujer lo contrató y el segundo lo terminó con una gran suma monetaria. Su arduo trabajo continúo los siguientes días y se planteó comprar un burro. Algunos días después había reunido cuatro monedas de oro y con dos de ellas compró un burro.

Con este, el zapatero decidió regresar a casa con su esposa y atravesó un peligroso bosque, en el que vio una pandilla de cuatro ladrones.

El zapatero se preocupó bastante, puesto que no quería volver a ser pobre, entonces elaboró ágilmente un plan para no perder el dinero con los ladrones y le ató una moneda de oro al cuello del burro.

Los ladrones lo alcanzaron y le dijeron que les diera todo el dinero que llevaba consigo. Él les dijo que era un simple zapatero y lo único que poseía era el burro. No obstante, la moneda que llevaba el burro cayó al suelo y los ladrones golpearon salvajemente al zapatero, pues les había mentido.

Sin embargo, el zapatero ya lo había planeado todo y les contó que era un burro especial que daba monedas de oro y por lo cual él tenía dinero. Los ladrones, muy sorprendidos, le hicieron una propuesta de compra; pero claro, el ágil zapatero les dijo que si lo vendía se quedaría sin nada, por lo cual los ladrones tuvieron que ofrecer 50 monedas de oro a cambio del burro.

El zapatero inmediatamente aceptó y les hizo la advertencia de que cada uno debía permanecer un día con el burro.

Luego, regresó a casa y compró una granja; mientras tanto, los ladrones llegaron a su escondite y empezaron a probar el burro con su líder. No obstante, la primera noche el burro no dio ninguna moneda y lo mismo sucedió con cada uno de los otros tres ladrones.

Los ladrones comprendieron que el zapatero los había engañado y rápidamente lo fueron a buscar a su casa para darle una lección y reclamar el dinero que le habían dado.

El reparador de calzado estaba trabajando muy feliz en la granja, cuando vio que los ladrones y el burro se acercaban. Entró a casa y le dijo a su esposa que les contara a los ladrones que estaba trabajando en la granja y que su perro, Milo, sería el encargado de llamarlo. Luego se escondió detrás de la casa para observar todo lo que sucedía.

La esposa del zapatero siguió sus órdenes y envío a Milo para que lo llamara. Los ladrones se sorprendieron nuevamente y esperaron a que el zapatero regresara. Como el zapatero ya lo tenía todo planeado, salió directo a la puerta de su casa y los convenció de que Milo era un perro excepcional.

Los ladrones, bastante sorprendidos, le ofrecieron 40 monedas de oro por el perro. El zapatero aceptó y ellos se dirigieron a su escondite para probar la capacidad de Milo.

Nuevamente, los ladrones se llevaron otra gran decepción y regresaron hacia donde el zapatero para darle una lección, por lo cual lo metió en un saco y se lo llevaron.

Los delincuentes ya iban bastante cansados, por lo que decidieron descansar en una iglesia que habían avistado. Sin embargo, dejaron al zapatero en el camino.

El zapatero escuchó que unos cerdos y su amo se acercaban. Como había sucedido antes, el zapatero era un hombre muy inteligente y elaboró un plan para salir de allí. Le dijo al amo que lo llevaban para casarse con la hija del rey, pero él no quería, por lo cual le propuso intercambiar sus roles. Es decir, el zapatero sería el encargado de los cerdos y el otro hombre se metería en el saco.

El amo de los cerdos no lo dudó ni un instante y aceptó. Los ladrones salieron de su descanso y decidieron tirar el saco al barro para darle la lección al zapatero.

En su camino al escondite, los ladrones se encontraron por casualidad con el zapatero y una vez más se sorprendieron. El hábil zapatero les dijo que el sitio en el que había caído era mágico y se encontraba repleto de monedas de oro, pero que para obtenerlas debían meterse en los sacos

Los ladrones le creyeron al zapatero de nuevo y aceptaron todo lo que les dijo, pero terminaron en el barro pateados por los cerdos, pues una vez más, todo resultó ser mentira y el zapatero logró librarse de ellos. Así, finalmente regresó con su esposa y vivieron felices por el resto de sus vidas.

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