"Ventana abierta"
La Buena Semilla
Como tú no sabes cuál es el camino del viento,
o cómo crecen los huesos en el vientre de la mujer encinta, así ignoras la obra
de Dios, el cual hace todas las cosas.
Eclesiastés 11: 5
¡Atrévase con la Biblia! (5)
La historia de la transmisión, de la traducción
y de la difusión de la Biblia contiene anécdotas sorprendentes. Nos costaría
decir que una cárcel tiene algo positivo. Sin embargo, fue allí donde Tyndale
hizo la primera traducción inglesa de la Biblia, partiendo de las lenguas
originales. Su sufrimiento se convirtió en la felicidad de innumerables
ingleses.
Lemaistre de Sacy, prisionero por su fe, pudo
trabajar en la cárcel para traducir el Antiguo Testamento del hebreo al
francés, ¡y fue liberado un día después de haber terminado!
Más tarde (1844-1859), en un monasterio en
el desierto de Sinaí (Egipto), Tischendorf encontró preciosos manuscritos en
griego. En especial el conocido Codex Sinaiticus, que contiene el Nuevo
Testamento y parte del Antiguo. Se piensa que fue copiado en el siglo 4 de
nuestra era. Este hallazgo de manuscritos muy antiguos permitió a los
traductores resolver varias dudas de menor importancia para obtener nuevas
traducciones a los idiomas actuales.
Hasta el siglo 15 la Biblia solo podía ser
copiada a mano, tarea realizada mayormente en los monasterios. En el año 1456,
¡el primer libro que salió impreso fue una Biblia! Gutenberg la imprimió
después de 6 años de trabajo, 4 de los cuales fueron necesarios para preparar las letras.
Mientras la Biblia fue prohibida en China, cada
chino debía poseer el pequeño libro rojo del líder comunista Mao Tsé-Toung. Sin
embargo, este libro, el segundo más distribuido después de la Biblia, alcanzó
menos de mil millones de copias. La difusión total de la Biblia sobrepasa hoy
los seis mil millones de ejemplares.
(continuará el próximo lunes)
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