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Sean bienvenidos

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Invitación y bienvenida

Hola amig@s, bienvenid@s a este lugar, "Seguir la Senda.Ventana abierta", un blog que da comienzo e inicia su andadura el 6 de Diciembre de 2010, y con el que sólo busco compartir con ustedes algo de mi inventiva, artículos que tengo recogidos desde hace años, y también todo aquello bonito e instructivo que encuentro en Google o que llega a mí desde la red, y sin ánimo de lucro.

Si alguno de ustedes comprueba que es suyo y quiere que diga su procedencia, o por el contrario quiere que sea retirado de inmediato, por favor, comuníquenmelo y lo haré en seguida y sin demora.

Doy las gracias a tod@s mis amig@s blogueros que me visitan desde todas partes del mundo y de los cuales siempre aprendo algo nuevo. ¡¡¡Gracias de todo corazón y Bienvenid@s !!!!

Si lo desean, bajo la cabecera de "Seguir la Senda", se encuentran unos títulos que pulsando o haciendo clic sobre cada uno de ellos pueden acceder directamente a la sección que les interese. De igual manera, haciendo lo mismo en cada una de las imágenes de la línea vertical al lado izquierdo del blog a partir de "Ventana abierta", pasando por todos, hasta "Galería de imágenes", les conduce también al objetivo escogido.

Espero que todos los artículos que publique en mi blog -y también el de ustedes si así lo desean- les sirva de ayuda, y si les apetece comenten qué les parece...

Mi ventana y mi puerta siempre estarán abiertas para tod@s aquell@s que quieran visitarme. Dios les bendiga continuamente y en gran manera.

Aquí les recibo a ustedes como se merecen, alrededor de la mesa y junto a esta agradable meriendita virtual.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.
No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad. Les saluda atentamente: Mª Ángeles Grueso (Angelita)

miércoles, 18 de noviembre de 2020

Te cuento un cuento para sanar: La vieja tacaña.

" Ventana abierta"

 La vieja tacaña

Padre  Mateo Bautista 


Era una señora anciana que nunca pensaba en los demás. ¡Qué poco generosa era!

Un día un mendigo, un miserable mendigo pasó por su puerta y le pidió:

- ¡Por el amor de Dios, una limosna por favor!

La vieja lo miró con asco y repugnancia. El hombre insistió.

- ¡Una limosna por el amor de Dios!

La vieja que en realidad iba al basurero a tirar una planta de lechuga podrida, al ver que una hoja estaba sana, se la arrojó al pobre hombre.

- ¡Toma y lárgate de una vez!

Pasó el tiempo y la señora murió. Y como era de esperar, en vez de subir a los cielos, la mujer cayó de cabeza en el infierno.

Una mañana que el Señor leía el Libro de la Vida se encontró que aquella mujer estaba en el infierno.

- Pedro…

- Sí Señor, ¿qué sucede?

- ¿Cómo es que esta señora fue al infierno?

Pedro le explicó lo mala y avara que la mujer había sido en vida.

- Pero aquí dice que una vez le dio una planta de lechuga a un pordiosero.

- Sí Señor, lo que no dice es que la planta estaba podrida.

- Pedro, una hoja estaba sana… y ese mendigo era yo mismo.

- ¡Señor!

- Toma la hoja y con ella trae a la anciana al cielo.

Obediente, Pedro tomó la hoja sana de la lechuga y con ella bajó al infierno.

- Clorinda… ¡Clorinda Benítez!

Al rato se escuchó la respuesta:

- ¿Quién me llama?

- Soy Pedro. El Señor dice que hubo una equivocación, porque una vez le diste una hoja de lechuga a un pordiosero. Acá te mando la hoja, sube.

Rápidamente, Clorinda se aferró a la hoja tratando de ascender. Pedro tiraba y la vieja subía.

Los demás condenados al ver la posibilidad de salir del infierno, se prendieron a sus piernas y los otros a los otros. Al rato era una cadena humana todos agarraditos de Clorinda. La vieja al notar que todos se prendían de ella, comenzó a dar patadas a diestra y siniestra, gritando:

- ¡Fuera desgraciados, fuera, que la planta de lechuga podrida era mía!

Y en ese momento… la hoja se rompió.

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