"Ventana abierta"
ÚLTIMA ACTUALIZACIÓN 28
de enero de 2018
El Papa
destaca la importancia de María: “Es un gran peligro para la fe vivir sin
Madre”
Redacción ACI Prensa
El Papa Francisco durante la
Misa. Foto: Daniel Ibáñez / ACI Prensa
El Papa Francisco destacó la importancia de la
Virgen María para el cristiano. Recordó que fue el mismo Jesús quien, sobre la
cruz, dio a María a los discípulos como Madre y que, por lo tanto, el camino
del cristiano debe sostenerse en ella porque “es un gran peligro para la fe
vivir sin Madre”.
El Santo Padre celebró este domingo 28 de
enero, en la Basílica Pontificia de Santa María la Mayor, en Roma, la Misa con
motivo de la Fiesta de la Traslación del Icono de la Salus Populi Romani
(Protectora del Pueblo Romano), recientemente restaurado por expertos de los
Museos Vaticanos.
En la homilía, el Pontífice reflexionó sobre
las palabras de la antífona mariana más antigua que se reza en la Iglesia:
“Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios; no deseches nuestras
súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades, antes bien líbranos de todo
peligro, ¡oh Virgen gloriosa y bendita!”.
Nos acogemos
El Papa exhortó a acudir a la Virgen en los
momentos de peligro. “En los momentos turbulentos necesitamos acogernos bajo el
manto de la Santa Madre de Dios”, afirmó.
En este sentido,
explicó que la expresión “acogerse bajo el manto”, utilizada con frecuencia en
la Iglesia, tiene un bello sentido histórico y cultural. Señaló que “durante
mucho tiempo, los perseguidos y necesitados buscaban refugio junto a las
mujeres nobles de alta clase social: cuando sus mantos, que se consideraban
inviolables, se tendían en signo de acogida, significaba que habían concedido
su protección”.
Del mismo modo “así es para nosotros respecto a la Virgen, la más alta
mujer del género humano. Su manto siempre permanece abierto para acogernos y
protegernos”.
“La Madre –destacó– custodia la fe, protege las relaciones, salva en la
intemperie y preserva del mal. Allí donde la Virgen habita, el diablo no entra
en esa casa. Donde está la Madre, la perturbación no prevalece, el miedo no
vence”.
No
deseches nuestras súplicas
“Cuando nosotros suplicamos a María, María suplica por nosotros”, aseguró
Francisco. El Santo Padre destacó el título que la tradición cristiana oriental
griega dedica a la Virgen: “Grigorusa, ‘aquella que intercede rápidamente’”.
“La Virgen no se retrasa, lleva rápidamente hasta Jesús las necesidades
concretas de la gente, como en las Bodas de Caná: ‘No tienen vino’. Así hace
cada vez que la invocamos: cuando nos falta la esperanza, cuando nos falta la
alegría, cuando se nos han agotado las fuerzas, cuando se apaga la estrella de
la vida, la Madre interviene”.
Porque María “permanece atenta a las fatigas, sensible a las turbulencias,
cercana al corazón. Y nunca, nunca desprecia nuestras oraciones, no deja
ninguna atrás. Es Madre, no se avergüenza nunca de nosotros, sólo se preocupa
de poder ayudar a sus hijos”.
Líbranos
de todo peligro
El Papa recordó que “el Señor mismo sabe que necesitamos refugio y
protección en medio de tantos peligros. Por ello, en el momento más alto, sobre
la cruz, dijo a su discípulo amado, y a cada discípulo: ‘Ahí tienes a tu
Madre’. La Madre no es una opción, es el testamento de Cristo. Y nosotros
tenemos necesidad de ella”.
Además, advirtió que “es un gran peligro para la fe vivir sin Madre, sin
protección, dejándonos llevar por la vida como una hoja en el viento. El Señor
lo sabe y nos pide que acojamos a la Madre. No es una etiqueta espiritual, es
una necesidad de vida. Amarla no es poesía, es saber vivir. Porque sin Madre,
no podemos ser hijos. Y nosotros, antes que nada, somos hijos, hijos amados,
que tienen en Dios a su Padre, y en la Virgen a su Madre”.
El Pontífice concluyó afirmando que “si no la seguimos, vamos fuera del
camino, porque es una señal de la vida espiritual. ¿Quién mejor que ella puede
acompañarnos en el camino?”.
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