Hola amig@s, bienvenid@s a este lugar, "Seguir la Senda.Ventana abierta", un blog que da comienzo e inicia su andadura el 6 de Diciembre de 2010, y con el que sólo busco compartir con ustedes algo de mi inventiva, artículos que tengo recogidos desde hace años, y también todo aquello bonito e instructivo que encuentro en Google o que llega a mí desde la red, y sin ánimo de lucro.
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No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.
No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad. Les saluda atentamente: Mª Ángeles Grueso (Angelita)
domingo, 20 de octubre de 2019
DOMINGO XXIX (T. ORDINARIO) CICLO C PERSEVERANCIA EN LA ORACIÓN
"Ventana abierta"
Dominicas Lerma
Comentarios a la Palabra de Dios
DOMINGO XXIX (T.
ORDINARIO)
CICLO
C
PERSEVERANCIA
EN LA ORACIÓN
Ex. 17, 8-13
8 Vinieron los amalecitas y atacaron
a Israel en Refidim.
9 Moisés dijo a Josué: « Elígete
algunos hombres, y sal mañana a combatir contra Amalec. Yo me pondré en la cima
del monte, con el cayado de Dios en mi mano. »
10 Josué cumplió las órdenes de
Moisés, y salió a combatir contra Amalec. Mientras tanto, Moisés, Aarón y Jur
subieron a la cima del monte.
11 Y sucedió que, mientras Moisés
tenía alzadas las manos, prevalecía Israel; pero cuando las bajaba, prevalecía
Amalec.
12 Se le cansaron las manos a Moisés,
y entonces ellos tomaron una piedra y se la pusieron debajo; él se sentó sobre
ella, mientras Aarón y Jur le sostenían las manos, uno a un lado y otro al
otro. Y así resistieron sus manos hasta la puesta del sol.
13 Josué derrotó a Amalec y a su
pueblo a filo de espada.
(v.
8) - Este es
un relato antiguo, probablemente yahvista. Está unido
a Refidim, donde se situaba el episodio precedente, última parada
antes del Sinaí, cuando los israelitas murmuraron contra Yahvé por no tener
agua: Massá y Meribá (tentación y querella).
- En realidad, los
amalecitas moraban en el Négueb, más al norte y en el
Monte Seir (Gn. 14, 7) y aquí se localiza Jormá.
- Amalec es
presentado por (Gn. 36, 12) como nieto de Esaú, un pueblo por tanto muy antiguo
(Nm. 24, 20). En tiempo de los jueces es asociado a los salteadores de Madián y
David lucha todavía contra él y luego ya no se le menciona más que en (I Cro.
4, 43 y Sal. 83,8) (Dt. 25, 17-19) (Nm. 24, 20) (I Sam. 15, 35),
(v.
9) - Esta es la
primera mención que se hace de Josué en el Pentateuco (Jos. 1,
1). Sucesor de Moisés en conducir al pueblo de Dios a tierra de los cananeos,
es dócil y obediente a las órdenes de Moisés, así como éste lo es a los
mandatos de Yahvé. La obediencia auténtica es practicada a través de mediaciones
humanas, al mismo Dios.
(v. 10-13) -
La victoria de Israel contra los amalecitas está toda ella
impregnada de la fuerza maravillosa de Dios que otorga a los que creen en Él y
le son obedientes; “ no fue nuestro brazo el que nos dio la victoria, sino tu
diestra y tu brazo y la luz de tu rostro, porque Tú nos amabas” (Sal.
42). Moisés, es tan sólo un intercesor y un
testigo de Dios.
- Este texto es aducido
por los autores espirituales para mostrar la eficacia de la vida
contemplativa (Moisés) que sostiene la acción (Josué) de
los apóstoles.
II Tim. 3, 14-4, 2
14 Tú, en cambio, persevera en lo que
aprendiste y en lo que creíste, teniendo presente de quiénes lo aprendiste,
15 y que desde niño conoces las
Sagradas Letras, que pueden darte la sabiduría que lleva a la salvación
mediante la fe en Cristo Jesús.
16 Toda Escritura es inspirada por
Dios y útil para enseñar, para argüir, para corregir y para educar en la
justicia;
17 así el hombre de Dios se encuentra
perfecto y preparado para toda obra buena.
4, 1 Te conjuro en presencia de Dios
y de Cristo Jesús que ha de venir a juzgar a vivos y muertos, por su
Manifestación y por su Reino:
2 Proclama la Palabra, insiste a
tiempo y a destiempo, reprende, amenaza, exhorta con toda paciencia y doctrina.
(v.
14) - Contrariamente a los
faltos maestros, Timoteo debe seguir fielmente la tradición apostólica
de la fe, estando así garantizado contra los extravíos. Lo que primero
recibió como tradición cristiana hoy es convicción de fe.
Dos hechos le han de mover a avanzar
en este camino:
1º) El recuerdo de sus maestros: en su
infancia, su madre Eunice y su abuela Loide (1, 5) y después el mismo Apóstol y
otros predicadores de la fe. Todos ellos le iniciaron en la doctrina del
Antiguo Testamento y el cristianismo.
(v. 15)
- 2º) Otra norma de su vida cristiana es la
Sagrada Escritura. Desde niño en la Sinagoga con las Escrituras del A.T.
que le muestran el camino de la salvación leído a la luz de la fe en Cristo.
(v.
16) - Es importante la
Escritura porque está inspirada por Dios. Los escritores
de la misma estaban inspirados por el Espíritu Santo y son sus instrumentos
para darnos a conocer la Palabra y la voluntad de Dios. Dios mismo influye en
la redacción y en el contenido de los Libros Sagrados. Por esta causa
contienen sabiduría divina para enseñar y educar,
por ello nos instruye acerca de la voluntad de Dios para convencer a los
pecadores y equivocados y para estimular a los ya convertidos. Así la Sagrada
Escritura pone al “hombre de Dios” (I Tim. 6, 11), al ministro de Dios,
en la comunidad cristiana en una situación “bien pertrechado” para toda
obra de amor. ¡Con qué amor pues hay que escudriñarla, meditarla y hacerla
norma de vida!
(4,
1) - Cuanto más se
acerca la carta al final, tanto más apremiantes se hacen las exhortaciones del
Apóstol. Le conjura con tonos solemnes ante su responsabilidad
(I Tim. 5, 21) y se sitúa con él ante Dios y Jesucristo en el juicio final, que
ha de juzgar de toda obra buena o mala (quizás es esta una fórmula ya fija de
algún símbolo de fe de la Iglesia primitiva). Y en esta presencia, Timoteo, ha
de proclamar la “palabra” con ardor varonil y sin ningún
“miramiento humano”, es decir, caiga bien o mal a los hombres (I Cor. 9,
16). Debe Timoteo enderezar y corregir y además, mostrar paciencia y
comprensión con palabras bondadosas y sin brusquedades y para esto se necesita
amor (I Cor. 13, 4-7).
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