ventana

ventana

Sean bienvenidos

Sean bienvenidos

Invitación y bienvenida

Hola amig@s, bienvenid@s a este lugar, "Seguir la Senda.Ventana abierta", un blog que da comienzo e inicia su andadura el 6 de Diciembre de 2010, y con el que sólo busco compartir con ustedes algo de mi inventiva, artículos que tengo recogidos desde hace años, y también todo aquello bonito e instructivo que encuentro en Google o que llega a mí desde la red, y sin ánimo de lucro.

Si alguno de ustedes comprueba que es suyo y quiere que diga su procedencia, o por el contrario quiere que sea retirado de inmediato, por favor, comuníquenmelo y lo haré en seguida y sin demora.

Doy las gracias a tod@s mis amig@s blogueros que me visitan desde todas partes del mundo y de los cuales siempre aprendo algo nuevo. ¡¡¡Gracias de todo corazón y Bienvenid@s !!!!

Si lo desean, bajo la cabecera de "Seguir la Senda", se encuentran unos títulos que pulsando o haciendo clic sobre cada uno de ellos pueden acceder directamente a la sección que les interese. De igual manera, haciendo lo mismo en cada una de las imágenes de la línea vertical al lado izquierdo del blog a partir de "Ventana abierta", pasando por todos, hasta "Galería de imágenes", les conduce también al objetivo escogido.

Espero que todos los artículos que publique en mi blog -y también el de ustedes si así lo desean- les sirva de ayuda, y si les apetece comenten qué les parece...

Mi ventana y mi puerta siempre estarán abiertas para tod@s aquell@s que quieran visitarme. Dios les bendiga continuamente y en gran manera.

Aquí les recibo a ustedes como se merecen, alrededor de la mesa y junto a esta agradable meriendita virtual.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.
No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad. Les saluda atentamente: Mª Ángeles Grueso (Angelita)

jueves, 19 de junio de 2014

LA BALANZA

"Ventana abierta"
 
Museo de Bellas Artes de Asturias-Educación en el Museo

LA BALANZA


 Una mujer pobremente vestida, con un rostro que reflejaba tristeza, entró a una tienda, se acercó al dueño y de manera humilde preguntó si podía llevarse algunas cosas a crédito; con voz suave explicó que su esposo estaba muy enfermo y que no podía trabajar, tenían siete niños y necesitaban comida.

  El dueño no aceptó y le solicitó que abandonara la tienda.

Sabiendo la necesidad que estaba pasando su familia la mujer rogó: 
-  "Por favor señor, se lo pagaré tan pronto como pueda"

El dueño le dijo que no podía darle crédito, ya que no tenía una cuenta de crédito en su tienda.

De pie, cerca del mostrador, se encontraba un cliente que escuchaba la conversación entre el dueño de la tienda y la mujer. 

El cliente se acercó y le dijo al dueño de la tienda que el se haría cargo de lo que la mujer necesitara para su familia. 

Entonces el dueño, amoscado, preguntó a la mujer:

- "¿Tiene usted una lista de compras? ".

La mujer dijo: 
- "Si señor".

- "Esta bien," dijo el dueño.

- "Ponga su lista en la balanza de platos y lo que pese su lista le daré en comestibles".

La mujer titubeó por un momento y cabizbaja buscó en su cartera un pedazo de papel, escribió algo en él y lo puso, triste aún, en uno de los platos de la balanza.

Los ojos del dueño y del cliente se llenaron de asombro, cuando el plato de la balanza donde estaba el papel, se hundió hasta el fondo y se quedo así.

El dueño, sin dejar de mirar la balanza dijo: 

- "No lo puedo creer"…

El cliente sonrió y el dueño comenzó a poner comestibles en el otro plato de la balanza.

La balanza no se movía, por lo que continuó poniendo más y más comestibles, hasta que se llenó.

El dueño se quedó pasmado de asombro.

Finalmente, tomó el pedazo de papel y lo miró
todavía más asombrado….

¡No era una lista de compra!

Era una oración que decía:

"QUERIDO SEÑOR, TÚ CONOCES MIS NECESIDADES Y YO VOY A DEJAR ESTO EN TUS MANOS"

El dueño de la tienda le entregó los comestibles que había pesado y quedó allí en silencio.


La mujer agradeció y abandonó la tienda.


 El cliente entregó un billete de cincuenta dólares al dueño y le dijo:

"Valió cada centavo de este billete; ahora sabemos cuánto pesa una oración".
 Mensaje enviado por el
CE “Amalia Domingo Soler”
Lima – Perú 
CE amaliadomingosoler.divulgacion.org 
www.amaliadomingosoler.divulgacion.org

No hay comentarios: