"Quiero arreglar todo el mal que hice a mi amigo. ¿Cómo puedo hacerlo?"
A lo que el hombre respondió:
"Toma un saco lleno de plumas ligeras y pequeñas y suelta una donde vayas".
A lo que el sabio contestó:
"Esa es la parte más fácil.
Ahora debes volver a llenar el saco con las mismas plumas que soltaste. Sal a la calle y búscalas".
El hombre se sintió muy triste, pues sabía lo que eso significaba y no pudo juntar casi ninguna.
"Así como no pudiste juntar de nuevo las plumas que volaron con el viento, así mismo el mal que hiciste voló de boca en boca y el daño ya está hecho. Lo único que puedes hacer es pedirle perdón a tu amigo, pues no hay forma de revertir lo que hiciste".
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