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Sean bienvenidos

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Invitación y bienvenida

Hola amig@s, bienvenid@s a este lugar, "Seguir la Senda.Ventana abierta", un blog que da comienzo e inicia su andadura el 6 de Diciembre de 2010, y con el que sólo busco compartir con ustedes algo de mi inventiva, artículos que tengo recogidos desde hace años, y también todo aquello bonito e instructivo que encuentro en Google o que llega a mí desde la red, y sin ánimo de lucro.

Si alguno de ustedes comprueba que es suyo y quiere que diga su procedencia, o por el contrario quiere que sea retirado de inmediato, por favor, comuníquenmelo y lo haré en seguida y sin demora.

Doy las gracias a tod@s mis amig@s blogueros que me visitan desde todas partes del mundo y de los cuales siempre aprendo algo nuevo. ¡¡¡Gracias de todo corazón y Bienvenid@s !!!!

Si lo desean, bajo la cabecera de "Seguir la Senda", se encuentran unos títulos que pulsando o haciendo clic sobre cada uno de ellos pueden acceder directamente a la sección que les interese. De igual manera, haciendo lo mismo en cada una de las imágenes de la línea vertical al lado izquierdo del blog a partir de "Ventana abierta", pasando por todos, hasta "Galería de imágenes", les conduce también al objetivo escogido.

Espero que todos los artículos que publique en mi blog -y también el de ustedes si así lo desean- les sirva de ayuda, y si les apetece comenten qué les parece...

Mi ventana y mi puerta siempre estarán abiertas para tod@s aquell@s que quieran visitarme. Dios les bendiga continuamente y en gran manera.

Aquí les recibo a ustedes como se merecen, alrededor de la mesa y junto a esta agradable meriendita virtual.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.
No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad. Les saluda atentamente: Mª Ángeles Grueso (Angelita)

lunes, 12 de septiembre de 2011

Reni la ranita estrella.

"Ventana abierta"



Es este espacio un lugar especial para que los niños entren y lean sus cuentos preferidos.
  Aparte de entretenerlos, ellos practicarán la lectura y la verán como algo divertido y no como una obligación.
Además, los cuentos y fábulas siempre dejan una enseñanza formando la personalidad en los niños.



Danny Vega Méndez, escritor de Panamá.

Reni era la ranita verde más alegre de todo el valle de Antón. A menudo se le veía saltar y saltar entre la verde naturaleza del lugar. Su lugar preferido era los charcos de agua fresca y transparente. Además, como buena hija, siempre fue obediente a su mamá doña Renata.

- “Aléjate de los hongos” – constantemente le ordenaba.

Una noche, antes de dormir, Reni miró hacia arriba y observó las luces que allí titilaban. Eran las estrellas.

- Yo quiero ir allá ¿Puedo mamá? – dijo Reni.

- ¡Claro que no!- le respondió la mamá.-Está muy lejos y nosotros nunca llegaríamos.

- ¿Y si salto muy fuerte y mucho?—inquieta le preguntó.

- ¡Ja, ja, ja!- Los únicos que hasta allá llegan son los que tienen alas. Pero ya duérmete que es tarde.
Y le dio el beso de buenas noches.

Al día siguiente, Reni buscó a don Facundo, el orgulloso halcón sabanero.

- ¿Me ayudaría usted a llegar hasta las estrellas? le preguntó.

Don Facundo de la risa que le dio, se tiró al suelo para reírse con más fuerza.
- “Las ranas no vuelan, saltan” le respondió – “Eres sólo una ranita y nunca pasarás de las copas de los árboles”.
Abrió sus alas y se fue volando.

Doña Olga, la tortuga más lenta, del valle, encontró a Reni muy triste sobre una piedra.

- ¿Qué tienes? le preguntó.

- Es que no puedo volar.

La tortuga movió la cabeza lentamente de un lado a otro; y le dijo:
- La imaginación no necesita alas y con ella puedes ir donde quieras.
Y así, con un paso a la vez se alejó de la ranita soñadora. 

Reni se imaginó que estaba tan cerca de las estrellas que las podía tocar. Hasta saltaba de una estrella a otra.

Esa tarde, con el atardecer, el charco preferido de Reni estaba dorado por el reflejo del sol. Escuchó que alguien pedía auxilio. Era un pichón que cayó en el agua.
Reni, sin pensarlo dos veces, se lanzó a salvarlo.

Doña Plumis, la mamá del pajarito en peligro, lloraba amargamente por su pequeño. Sin embargo, la valentía de Reni rescató al pajarito.

- ¿Pero qué te pasó? ¡Mírate! Todos los presentes le preguntaron.

La ranita era de color dorado y no verde como siempre. Intentó lavarse, pero no pudo.

Doña Olga que allí estaba le dijo:
- No llegarás hasta las estrellas, pero por tu valentía desde hoy serás como ellas: dorada.

Desde entonces ya no se habla de Reni, la ranita verde; sino de Reni, la ranita dorada.
Fin

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