Padre, en aquellos momentos en que cuestionan mi fe dame serenidad y fuerza.
Señor, cuando yo mismo/a, me pregunte quién soy y quién eres para mí, ayúdame a sentir Tu Amor.
Que crea Padre, como el ciego, que confíe en Ti, que espere en Ti y que descubra quién eres en mi vida.
Que me aferre, Señor, al Padre que ama, que cuida y protege a sus hijos, y me aleje de la imagen castigadora y distante del fariseo. Porque al final siempre eres ternura, entrega y generosidad.
Que la oración sea mi agua de Siloé.
Que tu Palabra sea el encuentro en el camino.
Que mi fe sea mi vista.
Que no se cierren mis ojos, que vea al mirar.
Que me deje hacer por Ti como el ciego de Siloé.
1 comentario:
Gracias por esta oración tan necesario y bella. El Señor te bendiga.
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