El reportaje siguiente es de Lourdes martínez:
"Ciudad Juarez es una de las urbes más peligrosas del planeta, la vida, todos los días, transcurre en un escenario de violencia y de miedo, la gente está desesperada.
Informan:
"Regularmente se dan casos de hasta tres, cuatro víctimas, y hay casos en los que se han superado hasta seis personas en un solo evento, fallecidas o ejecutadas".
El obispo de Ciudad Juarez, Monseñor Renato Ascensio, tiene claro lo que siente ante la situación actual:
"Siento una tristeza muy grande, una desesperación de no poder hacer nada..."
En Méjico operan siete grandes carteles de la droga. Desde los años 90, Ciudad Juarez era un territorio del Cártel de Juarez, y ninguno le disputó abiertamente la plaza:
Explican:
"El grupo del Cártel de Sinaloa y el grupo del Cártel de Juarez eran como hermanos".
Hasta que el Cártel de Sinaloa con el que colaboraba, se convirtió en su principal enemigo.
Desde esa ruptura, Ciudad Juarez vive dos guerras, la que libran los narcos entre sí, y la que inició el estado para acabar con ellos, pero que inspiran muy poca confianza.
Dicen:
"La percepción de la ciudadanía, es que realmente no ha servido de mucho la presencia de los militares y de los policías federales".
En una ciudad con escasos 2 millones de habitantes, las extorsiones persisten, los robos de coches, los secuestros, las muertes... la ciudadanía sigue teniendo pánico:
Comentan:
"Lo que se vive aquí, lo que yo en lo personal vivo aquí en Ciudad Juarez es miedo, angustia, terror..."
Según los datos, los narcos, tendrían más de 5 mil informadores a su servicio.
Ciudad Juarez, considerada "el corazón de la capital del crimen", donde los niños y adolescentes juegan a ser sicarios.
Pero la Iglesia lo tiene claro:
"Que se aparte de este camino de violencia y de muerte, y que regresen por los senderos que nos llevan al Señor".
Pero en esta urbe existe otro mundo tan real como el de los asesinatos, el de una sociedad que intenta vivir en paz en medio de las balas, y ¡ojalá que algún día, no muy lejano, despierten de esta pesadilla!".
Querid@s amig@s, me marcho hasta mañana martes, dejándoos en las mejores manos, en las benditas manos del Señor y su Madre Santísima.
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