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Sean bienvenidos

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Invitación y bienvenida

Hola amig@s, bienvenid@s a este lugar, "Seguir la Senda.Ventana abierta", un blog que da comienzo e inicia su andadura el 6 de Diciembre de 2010, y con el que sólo busco compartir con ustedes algo de mi inventiva, artículos que tengo recogidos desde hace años, y también todo aquello bonito e instructivo que encuentro en Google o que llega a mí desde la red, y sin ánimo de lucro.

Si alguno de ustedes comprueba que es suyo y quiere que diga su procedencia, o por el contrario quiere que sea retirado de inmediato, por favor, comuníquenmelo y lo haré en seguida y sin demora.

Doy las gracias a tod@s mis amig@s blogueros que me visitan desde todas partes del mundo y de los cuales siempre aprendo algo nuevo. ¡¡¡Gracias de todo corazón y Bienvenid@s !!!!

Si lo desean, bajo la cabecera de "Seguir la Senda", se encuentran unos títulos que pulsando o haciendo clic sobre cada uno de ellos pueden acceder directamente a la sección que les interese. De igual manera, haciendo lo mismo en cada una de las imágenes de la línea vertical al lado izquierdo del blog a partir de "Ventana abierta", pasando por todos, hasta "Galería de imágenes", les conduce también al objetivo escogido.

Espero que todos los artículos que publique en mi blog -y también el de ustedes si así lo desean- les sirva de ayuda, y si les apetece comenten qué les parece...

Mi ventana y mi puerta siempre estarán abiertas para tod@s aquell@s que quieran visitarme. Dios les bendiga continuamente y en gran manera.

Aquí les recibo a ustedes como se merecen, alrededor de la mesa y junto a esta agradable meriendita virtual.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.
No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad. Les saluda atentamente: Mª Ángeles Grueso (Angelita)

martes, 27 de septiembre de 2011

Un corazón sin nombre.

"Ventana abierta"


Un corazón sin nombre



Cuenta la historia que estaban en un lugar del cielo, todos los bebés que nacerían al día siguiente, todos lo bebés hermosos con el mismo brillo angelical, éstos eran cuidados por los ángeles del reino.

Dios acostumbraba a visitarlos un día antes de su nacimiento, entró  a ver a los bebés recorriendo todos los lugares, dando las mismas caricias a cada uno de ellos y un beso; pero en un momento determinado Dios tomó a uno de los bebés y lo comenzó a arrullar entre sus brazos, besando sus mejillas, era una nenita, los ángeles callaron y sólo se miraron entre sí.

 Dios salió de la habitación.

Los ángeles pocas veces veían a Dios tener un cariño más especial por alguno de sus hijos, porque tenía amor igual para todos, pero no dieron más importancia al asunto.


 Después de unos minutos Dios volvió a entrar, fue directamente a la nenita, le susurró al oído unas palabras y la bebita sonrío.
 Dios la abrazó y la volvió a dejar en su cuna.
 Preguntó a los ángeles si todo estaba bien, ellos contestaron que sí, y Dios volvió a salir.

Los ángeles al observar a Dios salir, miraron a la bebita para ver si sobresalía en ella algo especial, pero no notaron nada extraordinario ni raro.

Unos minutos antes de que los bebés dejaran el cielo, para ir a la tierra, Dios entró para despedirse y para darle a cada uno su regalo, les dio dos corazones a cada uno en sus manitas, en los cuales tenían escrito el nombre de su padre y de su madre.

Uno de los ángeles más pequeños le preguntó a Dios por qué les regalaba dos corazones.


 Dios le respondió:
"Este es mi regalo, porque esos bebés desde su nacimiento van a tener en sus manos el corazón y el amor para siempre de sus padres".

Cuando le tocó el turno a la nenita que había abrazado Dios, al darle sus corazones con lágrimas en los ojos sólo le entregó un corazón, y se lo puso en su manita.

 Al ver Dios tan solo y abandonado ese corazón, tomó un pedazo del suyo y lo unió al corazón solitario.

Todos los ángeles vieron lo que el Señor había hecho, y le preguntaron cuál había sido el motivo por el qué sólo le había entregado un corazón.


 Dios todavía con lágrimas en los ojos les contestó:
"Fijaos en el corazón que le dí a ella, veréis  que pone sólo el nombre de su madre, porque sólo ella estará a su lado en este momento y sólo tendrá su amor, por eso también la abracé, la arrullé, la besé, porque no tendrá el amor de su padre, pues él se lo negará, por eso también le di parte de mi Corazón junto al de su madre, porque ella tendrá que darle más amor ".

Cuando Dios despidió a la nenita, lo hizo con una sonrisa en los labios, no más llanto en sus ojos.

En ese momento escondió algo en la manita que tenía vacía la bebé, uno de los ángeles lo miró, era otro corazón, pero éste no tenía escrito nada, y le preguntó:
 ¿Señor es que acaso el padre de la bebita se arrepentirá y tendrá la oportunidad de volver con ellas?

 Y Dios sin borrar la sonrisa de sus labios, le dijo al ángel:
"No mi pequeño, ese corazón sin nombre que le di, es porque, a la vida de ella y de su madre llegará un hombre que las amará, como hombre y como padre, les dará el amor, el cariño y el respeto que ellas necesitan y merecen".


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