"Ventana abierta"
ÁNGELUS
LA SAGRADA FAMILIA ERAN UNO MÁS DEL PUEBLO
P. Santiago Martín
Franciscanos de María
La normalidad de la vida de la Sagrada Familia en Nazaret era completa, eran uno más, una familia más en el pueblo. Ellos no vivían en una especie de chalet adosado rodeado de altos muros, tapizados con arizónicas -árboles de gran porte con tendencia a la forma cónica, aunque no tan regular como los cipreses- y que dentro tenían una especie de huerta que les hacía autosuficientes. Hay que visitar Nazaret para darse cuenta de lo que era la vida en aquella época, y cómo había una verdadera red de callejuelas que imbricaba -serie de casas iguales que se superponían parcialmente- a todas las casas unas con otras.
Además, el concepto de familia era bastante distinto al nuestro de hoy; las familias eran como clanes, vivían juntos, tenían una estrecha relación, todos se ayudaban cuando uno u otro lo necesitaba. Por eso por ejemplo, el concepto primo hermano no existe, el término en el antiguo arameo en el que hablaban, y por eso a los primos de Jesús se les denomina en el Evangelio "hermanos", porque era todo una sola cosa. Naturalmente eran hijos de padres y madres distintos, pero al vivir tan unidos, se indicaba con eso que la proximidad era verdaderamente grande.
Pero María y José vivieron en Nazaret como una familia normal, relacionándose con el resto de la familia y con el resto de los vecinos.
¿Cómo fue esa relación vecinal?
Alguno puede pensar que es un asunto insignificante; realmente creo que no lo es. En muchísimas ocasiones, para nosotros incluso, con una diferencia tan grande de cultura de hoy a lo que fue entonces, en muchas ocasiones los vecinos son motivo de alegría y, también de grandes contrariedades.
Hay que ver con frecuencia lo que son con frecuencia las reuniones de comunidades de vecinos.
Hay que ver lo que son también en los sitios pequeños especialmente, las críticas y las amarguras que el cotilleo te puede producir.
Hay que ver lo que significa tener una buena relación de vecinos, o por el contrario encontrarte con alguien que vive encima de ti y que aporrea, o que vive al lado, o que tiene... qué se yo... un perro que ladra a cualquier hora intempestiva de la noche, es decir, los problemas que nos pueden causar los vecinos, y, también las alegrías pueden ser muy grandes.
¿Cómo se comportó la Virgen María?
¿Cuál fue su actitud ante esas críticas que quizá un día escuchó de Ella, o que escuchaba de otras personas en ausencia de esas personas?
¿Cómo fue la actitud de María?
Creo que la Virgen siempre vivió la caridad, pero vivió la caridad en este caso haciendo algo que es realmente difícil hacer, y es no entrar en el juego de criticar al ausente.
Yo no me imagino a la Virgen participando en un corrillo de comadres que despellejan a la vecina que se acaba de marchar justo un instante después de que haya desaparecido, no me lo imagino.
Me imagino a María aplicando aquello que su Hijo diría más tarde a propósito de cómo tiene que ser nuestro lenguaje, "sí sí, no no", hablando con franqueza, con claridad, hablando siempre con justicia.
Me la imagino practicando aquello que siglos después diría San Francisco de Asís, como aconsejó a sus religiosos:
"No digas nunca de un hermano por detrás, nada que no puedas decir con claridad delante de él".
No digas nunca nada de nadie, que no puedas decir delante con claridad.
A la vez tampoco me la imagino como una de esas valentonas que presumen de cantarle las cuarentas al lucero del alba. María con su caridad, con esa actitud suya para ver lo bueno que hay en las cosas, probablemente sería una gran vecina que excusa a aquellas que están ausentes, y posiblemente más de una vez se ganó alguna regañina, porque alguna otra le debió de decir: ¡María, contigo desde luego no se puede hablar, ni de nada, ni de nadie!".
¿Qué Santuario les aconsejo a ustedes que visiten en esta ocasión? Dos, por ejemplo.
Uno donde se venera la Virgen del Cristal, estás en Vilanova Dos Infantes, provincia de Orense.
La Virgen del Cristal, ¿por qué?
Pues porque tendríamos que aprender a ser transparentes, a no ser hipócritas, a no tener doblez, a no decirle a una persona palabras amables, para después clavarle una puñalada por la espalda.
Creo que si eso nos molesta que lo hagan con nosotros, tenemos que tener presente que también es muy molesto para los demás, que nosotros lo hagamos también con ellos.
O por ejemplo podíamos ir a rezar ante la Virgen de la Silla, en uno de los pueblos más bonitos de España, San Vicente de la Barquera en Cantabria. Rezar ante esta Virgen, recordando esos corros con sillas de las vecinas, de los vecinos, en los pueblos donde con tanta frecuencia se falta a la caridad.
Pidámosle a María que nos haga capaces de amar al ausente, de ser buenos vecinos dispuestos a ayudar, dispuestos a respetar la honra del prójimo.
Feliz día para todos.
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