"Ventana abierta"
ÁNGELUS
LA VIRGEN MARÍA CAMINO DEL CALVARIO Y LA VERÓNICA
P. Santiago Martín
Franciscanos de María
Les hablaba a ustedes la vez pasada, del encuentro de la Madre y del Hijo en ese camino del Calvario, de esa Vía Dolorosa y de cómo María empezó ya en ese momento a hacer aquello que Dios y su Hijo les habían pedido, a sostener al Hijo en la durísima prueba que Éste estaba atravesando.
Posiblemente después de aquel encuentro, naturalmente María estaba ya bastante mal, bastante agotada; pero el Hijo fue arrastrado por los soldados y probablemente por la multitud, y la Virgen se debió de quedar retrasada, quizá aprovecho para buscar a la Verónica y darle las gracias por el gesto de caridad que había tenido para con Jesús. el aso es que por mucho que intentara seguir a la comitiva no debió de ser fácil para Ella llegar al Calvario, al Gólgota pronto, quizá eso fue una cosa providencial, un regalo que Dios le hizo, porque se ahorró ver la espantosa escena del enclavamiento de Jesús.
Según la tradición, según lo que hacían los romanos, había siempre en los lugares donde se hacían las crucifixiones un palo vertical clavado, y al reo se le clavaba o se le ataba al palo horizontal y después se le izaba mediante poleas; así que posiblemente, la Madre lo que llegó a ver cuando se acercaba por fin al Calvario, fue ver cómo su Hijo era levantado poco a poco en alto, así ayudada por Juan y por las otras mujeres que le acompañaban, así hasta que abriéndose paso entre la gente se colocó en la primera fila para verle de cerca; y no sé si María en ese momento según iba viendo cómo su Hijo era levantado en alto para ser completamente clavado en la cruz, no sé si María se recordó de aquella frase que Jesús había dicho años antes:
"Cuando sea levantado en alto atraeré a todos hacia mí".
Jesús hablaba de aquel otro momento en la historia del pueblo de Israel, cuando el pueblo que caminaba por el desierto había sido atacado por las serpientes, y entonces Moisés recibió la orden de Dios de hacer una serpiente de bronce, levantarla y que el que mirara la serpiente de bronce quedaría curado de las mordeduras de las serpientes.
Y Jesús estaba hablando de una profecía, de que cuando Él fuera levantado en alto, es decir, crucificado, iba a atraer hacia sí el corazón de todas las gentes.
Si María recordó en aquel momento aquella frase, seguro que tuvo motivos para hacerse muchas preguntas.
Porque, ¿dónde estaba la atracción?
Jesús era levantado en alto, efectivamente se estaba cumpliendo la profecía, pero, ¿dónde estaba la atracción?
Ella se veía sola, prácticamente sola, rodeada de enemigos.
El Evangelio nos cuenta, cómo alrededor del Gólgota, además de los soldados y de María Magdalena, las otras mujeres y Juan, alrededor del Gólgota estaban los fariseos, los sacerdotes burlándose de Cristo, insultándole:
"Si eres el Hijo de Dios, bájate de la cruz y entonces creeremos en Ti".
¿Dónde estaba la atracción? ¿Dónde estaba la promesa?
-No hay que olvidar que en la encarnación, treinta y tres años antes, a la Virgen María el Ángel Gabriel le había dicho que su Hijo sería el Mesías.
¿Dónde estaba el cumplimiento de la promesa?
¿Qué tipo de Mesías era aquel que moría crucificado, solo, abandonado?
¿Qué tipo de Mesías era aquel que era víctima de los hombres, a los cuales teóricamente había venido a salvar?
¿Qué tipo de salvación era la que Jesús traía?
Eran momentos realmente difíciles para el Hijo que gritaba:
"Dios mío, ¿por qué me has abandonado?"
Y para la Madre que había recibido una promesa y que tenía motivos humanos de sobra para decir que Dios no cumple lo que promete.
¿Quién sabe si por primera vez el maligno habló a los ojos, habló a los oídos de nuestra Madre y le dijo:
"No creas, Dios no cumple, te han engañado, te han mentido, no creas.
¿Quien sabe si también nuestra Madre fue tentada en aquel momento dificilísimo?
Lo que sí que sabemos, es que María al pie de la cruz es como nunca la Mujer de la Fe, la Mujer que cree contra todo motivo de fe, que aunque la realidad te esté diciendo:
Dios no existe, no te fíes de Él, ¿de qué han servido tus oraciones, tus esfuerzos, tus sacrificios? Dios no existe?
María sigue diciendo:
"Tengo fe, y no solamente en la existencia, sino en el amor de Dios".
María al pie de la cruz es la Mujer de la Fe, la que vence al demonio y pisa la cabeza de la serpiente, porque se niega a creer que Dios no existe o que Dios no es amor.
La que sostiene a su Hijo que está en plena crisis de fe, diciendo: "Dios mío, ¿porqué me has abandonado?
La que sostiene a su Hijo diciendo, que Ella tiene fe en el amor de Dios, en el amor del Padre.
Imitemos por lo tanto a María así.
Les invito a acudir a ustedes a dos santuarios catalanes adonde se venera en uno de ellos, en Gerona, a la Madre de Deu del Mont.
Y el otro que está en Barcelona, en Sant Llorenç de Morunys donde se venera a la Mare de Déu de Lord.
Acudan allí a estos santuarios catalanes a venerar a nuestra Señora en la Montaña , y a pedirle a la Virgen que estuvo al pie de la colina de la cruz, a pedirle a la Virgen que nos ayude a ser fuertes, a ser firmes en la fe precisamente cuando más necesitamos esa fe, cuando no tenemos pruebas de la existencia o del amor de Dios.
Feliz día para todos.
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