"Ventana abierta"
P. Leonardo Molina García. S.J.
JUEVES 16 TIEMPO ORDINARIO. CICLO A
Lectura
del santo evangelio según san Mateo (13,10-17): Lectura de hoy día 27
En
aquel tiempo, se acercaron a Jesús los discípulos y le preguntaron: «¿Por qué
les hablas en parábolas?»
Él les contestó: «A vosotros se os ha concedido conocer los secretos del reino
de los cielos y a ellos no. Porque al que tiene se le dará y tendrá de sobra, y
al que no tiene se le quitará hasta lo que tiene. Por eso les hablo en
parábolas, porque miran sin ver y escuchan sin oír ni entender. Así se cumplirá
en ellos la profecía de Isaías: "Oiréis con los oídos sin entender;
miraréis con los ojos sin ver; porque está embotado el corazón de este pueblo,
son duros de oído, han cerrado los ojos; para no ver con los ojos, ni oír con
los oídos, ni entender con el corazón, ni convertirse para que yo los
cure."
¡Dichosos vuestros ojos, porque ven, y
vuestros oídos, porque oyen! Os aseguro que muchos profetas y justos desearon
ver lo que veis vosotros y no lo vieron, y oír lo que oís y no lo oyeron.»
Sorpresa
y desconcierto. ¿En qué quedamos? ¿Cristo viene a salvar o a condenar?
Porque unas veces parece que amenaza y otras que salva. Hay textos admirables
de acogida, perdón y misericordia…y, en otros, se pone serio, parece como
que amenaza ( y seriamente)
Veamos
el texto con ojos de los primeros cristianos.
Alegría de
ver, de oír, de comprender e, incluso, de comprobar que ellos también tienen la
posibilidad de convertirse. Son fieles a Jesús. Tres palabras: ver, oír y convertirse.
Pero se
les advierte que hay quienes no quieren oír, ni ver, ni están dispuestos a
(corregir, cambiar, evolucionar) hacia mejor. Pena o amenaza seria.
Hermanos:
hoy día los cristianos (muchos de nosotros) necesitamos gafas, corregir la miopía, incluso se nos hace
imprescindible una operación quirúrgica. O por la edad, o por vista cansada,
sobrevenida por los años, andamos con poca vista… ¿No será así en nuestra
vida espiritual? Nos come la rutina, los cansancios, las desilusiones… No
vemos con claridad el camino de Jesús. La “insoportable levedad del ser ” de
Milan Kundera describe los caminos cortos en la vida y la falta de
perspectivas sanas y cristianas.
Y
luego, la sordera… ”No hay
mejor sordo que el que no quiere oír”.
Dicen las estadísticas que a partir de los 50, comenzamos un proceso de
sordera. De aislamientos, de no seguir ciertas aventuras. ¿Acaso prestamos
atención? ¿Refexionamos?
+ No
queremos ver la realidad (miramos siempre a otra parte…) Ni el camino de Jesús.
+ No
queremos oír las innumerables llamadas de Jesús al amor, al perdón, a la ayuda,
a la solidaridad…Por supuesto, a Él.
+ No
queremos convertirnos, sino que nos vamos encastillando y refugiando en
actitudes individualistas…pesimistas…agobiantes…sin futuro…
Y
así, no seremos felices. Lo
dice el mismo Jesús…La llamada de Jesús a ver, oír, aceptar y
proclamad el Reino de Dios necesita sentidos en situación de revista…
¡Dichosos vuestros ojos, porque ven, y
vuestros oídos, porque oyen! Os aseguro que muchos profetas y justos desearon
ver lo que veis vosotros y no lo vieron, y oír lo que oís y no lo oyeron.»
Es una advertencia. Es una promesa. Es una alegría ¡Vamos a cambiar!
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