"Ventana abierta"
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Reflexión del Evangelio de hoy
Dios no nos pone a prueba
La Carta de Santiago hace parte de un conjunto de cartas denominadas de
“católicas”, es decir universales. Estas Cartas abordan temáticas importantes
para la persona que asume la fe en Jesucristo sean cuales sean las
circunstancias en la cuales se encuentren. Pero no podemos olvidar que
los primeros tiempos de la Iglesia no fueron fáciles. El contexto social hostil
y, aunque no fuesen perseguidos, vivían con dolor y sufrimiento las presiones y
reacciones adversas. Dificultades externas a las cuales se sumaban las
dificultades internas, propias de las personas, pues siempre nos encontramos en
proceso de evangelización y de asumir la fe en Jesucristo.
El fragmento de la carta de Santiago que la liturgia de la Palabra nos
presenta hoy nos transmite tres ideas claves:
Feliz quien vive con
fe las dificultades. Experimentará la alegría de percibir que Dios es fiel en
su promesa.
La tentación: no
viene de Dios sino de nuestros deseos, que nos arrastran y seducen. Es una
llamada a asumir, por un lado la propia fragilidad y, por otro, la
responsabilidad de nuestros actos desde el mayor regalo que Dios nos da: la
libertad.
Todo lo bueno viene
de Dios. Y lo que viene de Dios siempre es un regalo.
Clarificando estas tres ideas, el autor de la Carta nos resitúa ante las
circunstancias y contextos que tenemos que vivir. Y nos reafirma en la
experiencia de que, si vivimos desde la fe, somos felices porque experimentamos
la fidelidad de Dios y percibimos los diversos regalos que nos ofrece cada día,
entre ellos el sentido de la vida.
¿Y no
acabáis de comprender?
Una vez más resuena en nuestro corazón una de esas preguntas que el
Maestro nos hace de forma un poco airada por su sorpresa al observar que no
conseguimos “conectarnos” con su mensaje y vida.
Es tan real percibir cómo lo concreto y cotidiano nos puede hacer personas
inmediatistas, surgiendo la dificultad para percatarnos de lo que está “en
juego”. Lo urgente nos puede hacer difícil comprender las situaciones
y lo realmente importante.
El Maestro nos llama a desembotar el corazón, a ver y oír lo que está aconteciendo,
a leer la realidad y sus protagonistas, a confiar en que el Padre nunca nos
deja, a estar atentos porque el mal también tiene su levadura y también crece.
El Maestro nos quiere despertar... no nos quedemos solamente en las
pequeñas cosas materiales y abramos los ojos para no entrar en las redes de la
mentira. Sí, he dicho entrar, porque en la tentación como en la mentira
entramos por nuestro propio pie. Y sólo Él - como nos dice José María Olaizola
SJ - nos ilumina, nos desmonta y nos despierta.
Mentiras
La paz sin tormenta
la pasión sin Pasión
la encarnación sin carne
el amor sin historia
la risa sin alma
…mentiras.
El desprecio en Tu Nombre,
la virtud arrojadiza,
la justicia inhumana,
la palabra sin misericordia,
la promesa sin lazo,
la renuncia sin nostalgia
…mentiras.
El amor sin zozobra,
la pregunta sin riesgo,
la fe sin duda,
la seguridad sin resquicios,
lo que «siempre ha sido así»
…más mentiras.
Pero tu Verdad
ilumina nuestras sombras,
desmonta nuestros engaños
y despierta la esperanza.
José María R. Olaizola sj
Hna.
Ana Belén Verísimo García OP
Dominica de la Anunciata
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