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Sean bienvenidos

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Invitación y bienvenida

Hola amig@s, bienvenid@s a este lugar, "Seguir la Senda.Ventana abierta", un blog que da comienzo e inicia su andadura el 6 de Diciembre de 2010, y con el que sólo busco compartir con ustedes algo de mi inventiva, artículos que tengo recogidos desde hace años, y también todo aquello bonito e instructivo que encuentro en Google o que llega a mí desde la red, y sin ánimo de lucro.

Si alguno de ustedes comprueba que es suyo y quiere que diga su procedencia, o por el contrario quiere que sea retirado de inmediato, por favor, comuníquenmelo y lo haré en seguida y sin demora.

Doy las gracias a tod@s mis amig@s blogueros que me visitan desde todas partes del mundo y de los cuales siempre aprendo algo nuevo. ¡¡¡Gracias de todo corazón y Bienvenid@s !!!!

Si lo desean, bajo la cabecera de "Seguir la Senda", se encuentran unos títulos que pulsando o haciendo clic sobre cada uno de ellos pueden acceder directamente a la sección que les interese. De igual manera, haciendo lo mismo en cada una de las imágenes de la línea vertical al lado izquierdo del blog a partir de "Ventana abierta", pasando por todos, hasta "Galería de imágenes", les conduce también al objetivo escogido.

Espero que todos los artículos que publique en mi blog -y también el de ustedes si así lo desean- les sirva de ayuda, y si les apetece comenten qué les parece...

Mi ventana y mi puerta siempre estarán abiertas para tod@s aquell@s que quieran visitarme. Dios les bendiga continuamente y en gran manera.

Aquí les recibo a ustedes como se merecen, alrededor de la mesa y junto a esta agradable meriendita virtual.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.
No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad. Les saluda atentamente: Mª Ángeles Grueso (Angelita)

lunes, 10 de diciembre de 2018

A las escondidas

"Ventana abierta"


A las escondidas 


Cuentan que una vez se reunieron en un lugar de la tierra todos los sentimientos y cualidades de los hombres.

Cuando el aburrimiento había bostezado por tercera vez, la locura, les propuso:
Vamos a jugar a las escondidas!, yo me tapo la cara y comienzo a contar desde uno hasta un millón y, cuando yo haya terminado de contar, el primero que encuentre ocupará mi lugar para continuar el juego.


El entusiasmo bailó secundado por la euforia. La intriga dio tantos saltos que terminó por convencer a la duda, e incluso a la apatía, a la que nunca le interesaba nada.


Pero no todos quisieron participar, la verdad prefirió no esconderse ¿Para qué?, si al final siempre la hallaban, la soberbia opinó que era un juego muy tonto, y la cobardía, prefirió no arriesgarse...


- Uno, dos, tres...- comenzó a contar la locura.
La fe subió al cielo y la envidia se escondió tras la sombra del triunfo, que con su propio esfuerzo había logrado subir a la copa del árbol más alto.



La generosidad, casi no alcanzaba a esconderse, cada sitio que hallaba le parecía maravilloso para alguno de sus amigos y terminó por ocultarse en un rayito de sol.

El egoísmo, en cambio, encontró un sitio muy bueno desde el principio, ventilado, cómodo...pero sólo para él. La mentira se escondió en el fondo de los océanos, y la pasión y el deseo en el centro de los volcanes.
El olvido... se me olvidó donde se escondió.


Cuando la locura contaba 999.999, el amor no había encontrado sitio para esconderse, pues todo se encontraba ocupado...hasta que divisó un rosal y enternecido decidió esconderse entre sus flores.



- Un millón - contó la locura y comenzó a buscar.
Al acercarse al lago descubrió a la belleza, y a la duda la encontró sentada sobre una cerca sin decidir aún de qué lado esconderse.



Así fue encontrando a todos, al talento entre la hierba fresca, a la angustia en una oscura cueva, a la pasión y el deseo los sintió en el vibrar de los volcanes, al egoísmo no tuvo ni que buscarlo, él solito salió disparado de su escondite que había resultado ser un nido de avispas, a la mentira la halló detrás del arco iris..(mentira, si ella estaba en el fondo del océano).


Pero sólo el amor no aparecía por ningún sitio.
La locura buscó detrás de cada árbol, bajo cada arroyuelo del planeta, en la cima de las montañas y, cuando estaba por darse por vencida, divisó un rosal y tomando una horquilla comenzó a mover las ramas. De pronto un doloroso grito se escuchó.


Las espinas habían herido en los ojos al amor, la locura no sabía qué hacer para disculparse, lloró, rogó, imploró, pidió perdón y hasta prometió ser su lazarillo.
Desde entonces, fue cuando por primera vez se jugó a las escondidas en la Tierra:
"El amor es ciego y la locura siempre la acompaña".

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