"Ventana abierta"
Dominicas Lerma
Comentarios a la Palabra de Dios
DOMINGO INFRAOCTAVA DE
NAVIDAD
CICLO C
-LA SAGRADA FAMILIA-
no le desprecies en la plenitud de tu vigor.
14 Pues el servicio hecho al padre no
quedará en olvido,
será para ti restauración en lugar de
tus pecados.
15 El día de tu tribulación se
acordará Él de ti;
- La sabiduría hace un comentario al cuarto
mandamiento: Tributar honor a los padres. En el
lenguaje sapiencial se equipara a los
padres con el anciano, el maestro, el sabio, el hombre de experiencia. La
piedad filial comporta respeto, servicio y auxilio;
todo ello como lenguaje de amor. Es una actitud que engrandece,
enseña la cabal relación interhumana y orienta hacia Dios. Tiene dimensión
teológica trascendente. Es de tal importancia este mandamiento divino (Ex,
20, 12) (Ef. 6, 1-3) que condiciona la escucha por Dios de nuestra
oración y no sólo eso, sino que el autor le promete dones
divinos: larga vida, fecundidad de sus hijos, acumula
tesoros, “expia sus pecados”. Una larga lista de beneficios que
hacen al hombre feliz en la tierra.
Col. 3, 12-21
12 Revestíos, pues, como elegidos de
Dios, santos y amados, de entrañas de misericordia, de bondad, humildad,
mansedumbre, paciencia,
13 soportándoos unos a otros y
perdonándoos mutuamente, si alguno tiene queja contra otro. Como el Señor os
perdonó, perdonaos también vosotros.
14 Y por encima de todo esto,
revestíos del amor, que es el vínculo de la perfección.
15 Y que la paz de Cristo presida
vuestros corazones, pues a ella habéis sido llamados formando un solo Cuerpo. Y
sed agradecidos.
16 La palabra de Cristo habite en
vosotros con toda su riqueza; instruíos y amonestaos con toda sabiduría, cantad
agradecidos, himnos y cánticos inspirados,
17 y todo cuanto hagáis, de palabra y
de boca, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias por su medio
a Dios Padre.
18 Mujeres, sed sumisas a vuestros
maridos, como conviene en el Señor.
19 Maridos, amad a vuestras mujeres,
y no seáis ásperos con ellas.
20 Hijos, obedeced en todo a vuestros
padres, porque esto es grato a Dios en el Señor.
21 Padres, no exasperéis a vuestros
hijos, no sea que se vuelvan apocados.
- Contra los falsos
ídolos que retienen la atención de los hombres, se levanta ahora Cristo,
al que su victoria sobre la muerte le ha colocado por encima de todos ellos,
como el único Señor del mundo.
Esta primacía, repercute en el plano
moral con una ascesis que se desprende de la pertenencia al Señor (v. 1-4) en
contraposición de la ascesis por los “ídolos” (2, 16-23).
(v. 12-15) - Desde
aquí Pablo llama a la santidad de los cristianos (Is. 4, 3;
Dt. 7, 6): la vida del Señor en ellos. Esta moral se manifiesta en
las relaciones sociales por la bondad, el perdón, la
caridad. Dos palabras caracterizan estas actitudes: “la bondad” y “la
dulzura”, términos que en el Antiguo Testamento estaban reservados
exclusivamente a Dios (Sal. 24, 6-7; Sal. 40, 11; So. 1; 68, 17, etc.). Con
esto nos dice Pablo que los sentimientos del cristiano son los sentimientos de
Dios, así como la obligación del perdón (v. 3), como la
muestra del perdón del Señor. He aquí el hombre bautizado, el “hombre
nuevo” (Lc. 17, 4; Ef. 4, 32) que todo lo pone bajo la luz del amor, la
caridad.
- La paz de
Cristo debe gobernar los corazones de los hombres, porque todos
formamos un solo cuerpo en Cristo que es nuestra Cabeza (Jn. 14, 27; Col. 1,
18; Ef. 1, 22s.) y el evangelio es el gran mensaje de la paz al mundo, la paz
de Dios. (Ef. 2, 13-17).
- El cristiano es un
hombre que da gracias a Dios y a los demás hombres (Ef.
5, 20; Lc. 17, 15s). La primera se efectúa especialmente alabando a Dios en voz
alta (3, 16c)
(v.
16) - Tres palabras que
integran de un modo especial la vida espiritual del hombre nuevo (alusiones a
la liturgia comunitaria en tiempo del Apóstol) 1) La palabra de
Cristo (I Tes. 2, 13; Col. 1, 5; 1, 6) la que predica Pablo, el
Evangelio que llega sobre todo a través del culto divino; 2) la
sabiduría de Cristo que exhorta y enseña (2, 23; Sant. 3, 17); 3) las
cartas espirituales (Ef. 5, 19), los cantos de la asamblea que el
Espíritu Santo inspira a los presentes con su gracia. La comunidad que canta es
ya la “Esposa del Cordero” (Ap. 19, 6s).
(v.
17) - La moral cristiana
también se manifiesta en las reuniones litúrgicas y en
la vida familiar (v. 18-20). Y todo “en nombre del Señor
Jesús”. Él es el Señor de la comunidad y de toda la creación (1, 16) y por
medio de Él llega nuestra acción de gracias a Dios Padre: es el movimiento
de la vida del cristiano (por excelencia se realiza éste en la eucaristía).
(v. 18-21) - Obligaciones
domésticas de los esposos y de los padres e hijos. Todo “como
conviene en el Señor”, es decir, mirando siempre la voluntad de Dios por
encima de toda relación humana (Ef. 5, 21-33). Posponer a todo el amor, el
respeto y la obediencia mutua, como el que vive en la presencia de Dios y no
quiere contristar en su conducta al Espíritu Santo.