María, madre mía del cielo,
quisiera confiar completamente
en tu cariño y en tu compañía.
Pero hay muchas cosas dentro de mí
que no me dejan amarte con profundidad.
dedicarte mi tiempo o depositar mi confianza
en tus brazos de madre.
una resistencia a tu amor,
como si le tuviera miedo a tu ternura,
como si pudieras absorberme o asfixiarme.
ante una imagen tuya,
como si fueras fría o distante.
esa desconfianza y esa frialdad.
cuando más necesitaba tu ayuda,
no recibí lo que te pedí,
y entonces cerré mi corazón herido.
que me ayudes a sanar cada vez más
esta relación contigo.
hablar de nuestro cariño,
y recibir su amor materno
que fortalece y anima.
algunas perturbaciones afectivas
que yo no puedo sanar.
intercede ante el Espíritu Santo,
que llena tu corazón inmaculado.
Pídele que sane esa falsa imagen que tengo de ti
y que me haga reconocer tu verdadero rostro de madre,
pura belleza, vida, paz y alegría.
posesividad, debilidades ni peligros.
Ayúdame a experimentar ese amor
que me deja libre, que me alienta,
que me sostiene, que me hace descansar.
porque quizás hay cosas que curar
en la relación con mi madre de la tierra,
porque mi trato con ella
no fue siempre feliz y lleno de confianza.
Y ahora traslado a mi relación contigo
esas carencias de mi experiencia como hijo.
yo sé que te necesito,
que necesito reposar un poco en tu regazo,
que me hace falta tu ternura inmensa de mujer.
y atráeme con dulzura,
para que pueda experimentar tu ayuda
cuando más te necesite.
por el poder del Espíritu Santo.
Déjame desarrollarme en tu interior
y dame a luz.
y comenzar de nuevo,
para tomar conciencia de tu preciosa maternidad
y vivir con más fortaleza y confianza.
y enséñame a liberarme de todas mis resistencias.
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