"Ventana abierta"
CON TERNURA
P. Horacio Solís Iglesias. S.S.P.
Quien más quien menos, todos estamos influenciados por el estrés que vivimos diariamente; salimos a la calle, vamos al trabajo, en fin, aquí y allá, siempre deprisa unos y otros, enfermos y sanos, con trabajo y sin trabajo.
Solemos ir con la mirada puesta en el otro esperando, anhelando un gesto de ternura, ya sea a través de unas palabras amables, de una sonrisa, de un saludo...
Y es que la ternura crea ilusión y renueva la vida y las ganas de vivir.
La ternura hace querer el bien a otro.
Sin ternura, no hay diálogo ni calor humano posible.
Sin ternura, la familia se convierte en una casa de huéspedes.
Sin ternura, los hombres no se entienden y nacen las divisiones y estallan las guerras.
Sin duda a nuestro mundo le falta ternura.
La Madre Teresa de Calcuta hizo un llamamiento para no olvidar a los que están solos y nos dejó escrito lo siguiente:
"Hoy la enfermedad mortal no es el cáncer, la tuberculosis, la lepra o el sida, sino la sensación de ser marginado y no amado.
Seremos juzgados por el cuidado, el amor y la ternura que demos a los demás".
Así es la convivencia de cada día en este fin de semana, hoy mismo, todos con nuestra actitud, estamos demandando un poco de ternura, un poco de sitio en el corazón del otro.
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