"Ventana abierta"
Hola amig@s, bienvenid@s a este lugar, "Seguir la Senda.Ventana abierta", un blog que da comienzo e inicia su andadura el 6 de Diciembre de 2010, y con el que sólo busco compartir con ustedes algo de mi inventiva, artículos que tengo recogidos desde hace años, y también todo aquello bonito e instructivo que encuentro en Google o que llega a mí desde la red, y sin ánimo de lucro.
Si alguno de ustedes comprueba que es suyo y quiere que diga su procedencia, o por el contrario quiere que sea retirado de inmediato, por favor, comuníquenmelo y lo haré en seguida y sin demora.
Doy las gracias a tod@s mis amig@s blogueros que me visitan desde todas partes del mundo y de los cuales siempre aprendo algo nuevo. ¡¡¡Gracias de todo corazón y Bienvenid@s !!!!
Si lo desean, bajo la cabecera de "Seguir la Senda", se encuentran unos títulos que pulsando o haciendo clic sobre cada uno de ellos pueden acceder directamente a la sección que les interese. De igual manera, haciendo lo mismo en cada una de las imágenes de la línea vertical al lado izquierdo del blog a partir de "Ventana abierta", pasando por todos, hasta "Galería de imágenes", les conduce también al objetivo escogido.
Espero que todos los artículos que publique en mi blog -y también el de ustedes si así lo desean- les sirva de ayuda, y si les apetece comenten qué les parece...
Mi ventana y mi puerta siempre estarán abiertas para tod@s aquell@s que quieran visitarme. Dios les bendiga continuamente y en gran manera.
Aquí les recibo a ustedes como se merecen, alrededor de la mesa y junto a esta agradable meriendita virtual.
"Ventana abierta"
El autor nos conduce en estos cinco minutos diarios para abrirnos al Espíritu de Dios y percibir la fuerza de su consuelo.
"Espíritu Santo, tú eres Dios, abismo infinito de belleza donde se saciará toda mi sed de amor.
Mira mi interior, donde a veces habitan egoísmos, impaciencias, rechazos.
Regálame el don de la paciencia.
Quiero vivir el mandamiento del amor que me dejó Jesús, pero a veces me brotan malos sentimientos que se apoderan de mí.
A veces hago daño con mis palabras, con mis acciones, o con mi falta de amabilidad.
Ayúdame, Espíritu Santo, para que pueda mirar a los demás con tus ojos pacientes.
Quiero reconocer tu amor para todos los seres humanos, también para esas personas que yo no puedo amar con paciencia y compasión.
Todos son importantes para el corazón amante de Jesús, todos son sagrados y valiosos.
Nadie ha nacido por casualidad sino que es un proyecto eterno de tu amor.
Libérame de condenar y de prejuzgar a los demás.
Quisiera imaginar sus sufrimientos, sus angustias, esas debilidades que les cuesta superar.
Ayúdame a encontrar siempre alguna excusa para disculparlos y para no mirarlos más con malos ojos.
Derrama en mí toda la paciencia que necesito.
Ven Espíritu Santo.
Amén."
"ventana abierta"
De la mano de María
Héctor L. Márquez (Conferencista católico)
REFLEXIÓN PARA EL LUNES DE LA CUARTA SEMANA DEL T.O. (2)
“Los espíritus inmundos salieron del hombre y
se metieron en los cerdos; y la piara, unos dos mil, se abalanzó acantilado
abajo al lago y se ahogó en el lago”.
El Evangelio de hoy (Mc 5,1-20) nos presenta a
Jesús en territorio pagano. La lectura evangélica que contemplamos el sábado
pasado nos mostraba a Jesús dirigiéndose a territorio pagano, a Gerasa, que
quedaba al otro lado del lago de Galilea. El pasaje nos relata un suceso
ocurrido cuando Jesús llegó junto a sus discípulos a su destino, después de
calmar la tormenta que enfrentaron en la barca que los traía. Gerasa era una
antigua ciudad de la Decápolis, una de las siete divisiones políticas
(“administraciones”) de la provincia Romana de Palestina en tiempos de Jesús.
Al llegar allí le salió al encuentro “un hombre
poseído de espíritu inmundo” que vivía en el cementerio entre los sepulcros.
Jesús exorciza al endemoniado, y los espíritus inmundos que lo tenían poseído
salieron del hombre y se metieron en una gran piara de cerdos (unos dos mil),
que “se abalanzó acantilado abajo al lago y se ahogó en el lago”. Al enterarse
de la curación del endemoniado, todos quedaron maravillados (“espantados”).
Pero tan pronto se enteraron de lo ocurrido con los cerdos, “le rogaban que se
marchase de su país”.
Debemos recordar que aunque la carne de cerdo
está prohibida para los judíos, los gerasenos la consumen. Por tanto, la muerte
de dos mil cerdos representaba para ellos una pérdida económica considerable.
De nuevo, la admiración que sintieron por Jesús ante la curación del
endemoniado se tornó en desprecio ante las consecuencias materiales. Para esta
gente, los cerdos, y el valor económico que ellos representaban, eran más
importantes que la calidad de vida de un solo hombre. La liberación de un
hombre valía menos que una piara de cerdos. Antepusieron los valores materiales
a los valores del Reino. El mensaje de Jesús resultó demasiado incómodo. Nos
recuerda la parábola del joven rico: “Al oír esto, el joven se fue triste, porque
era rico” (Cfr. Mt 19,16-22). Hoy no es diferente. Cuando el seguimiento de
Jesús interfiere con nuestras “seguridades” materiales, preferimos ignorar el
llamado a renunciar a estas.
Se trata de la economía de la exclusión e
inequidad que critica el papa Francisco en el número 53 de su Exhortación
Apostólica Evangelii Gaudium, sobre el anuncio del Evangelio en el
mundo actual (lectura recomendada para todo cristiano del siglo XXI): “No puede
ser que no sea noticia que muere de frío un anciano en situación de calle y que
sí lo sea una caída de dos puntos en la bolsa. Eso es exclusión. No se puede
tolerar más que se tire comida cuando hay gente que pasa hambre. Eso es
inequidad”.
Otro detalle cabe resaltar. Cuando echaron a Jesús del lugar, el hombre que había curado pidió acompañarle, y Jesús no se lo permitió. Jesús deja claro que Él es quien escoge a sus discípulos (los llama por su nombre). Además, contrario a su conducta usual (el “secreto mesiánico” que hemos discutido en ocasiones anteriores), le pidió al hombre que fuera a anunciar a los suyos “lo que el Señor ha hecho contigo por su misericordia”. Jesús quiere sembrar la semilla del Reino entre los paganos. Él vino para redimirnos a todos, sin distinción. A ti, y a mí. Y nos invita a hacer lo mismo. ¿Aceptas? ¡Atrévete!
"Ventana abierta"
HOY EL RETO DEL AMOR ES ORAR CON ESTA CANCIÓN
Hola, buenos días, hoy Lety nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Cuando voy a trabajar suelo ponerme un chaleco. Si lo miras es fino, lo coges y casi no pesa. Pero la realidad es que me da muchísimo calor. Nunca había conocido algo parecido. Su apariencia es sencilla, normal. ¿Sabes cuál es su secreto? Su interior está relleno de plumas y esto es lo que da calor.
Cuando veo a una persona feliz, sonriendo, hablando bien, contenta, con un semblante de paz… siempre me pregunto dónde está su secreto y, cuando puedo hablar con ella, descubro que está en su interior. La felicidad no le viene de fuera, de que todo esté bien o de que no tenga problemas, sino de saber vivir.
San Pablo nos lo dijo:”¿Acaso no sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, que habita en vosotros y habéis recibido de Dios?” (1 Cor 6, 19) Aquí está el secreto de nuestra felicidad: en el Espíritu Santo que habita en nosotros.
Espíritu que quiere ser nuestro maestro, nuestro guía, nuestro todo. El Espíritu Santo es el que despierta en nosotros la fe. Él es el que trabaja en nuestro interior. Sus dones y sus frutos se manifiestan en nuestra vida. ¿De dónde nace el gozo, la paciencia, el amor, la mansedumbre, la bondad… ? Nacen en nuestro interior fruto del Espíritu Santo.
La felicidad no está en que todos te quieran, te acepten, no te tengan envidia, cuenten contigo, te reconozcan… Jesús nos enseña que la felicidad está dentro de nosotros no fuera.
El Espíritu Santo es el Amor entre el Padre y el Hijo. Es el Amor, por tanto, trátale, habla con Él, pídele que te dé sus dones para poder entender la vida desde los ojos de un hijo de Dios. Pídele que te dé el don de sabiduría y entendimiento para conocer a Dios; el don de consejo para poder dar una palabra al que te la pida; el don de fortaleza para aguantar en la prueba; el don de ciencia para descubrirle en la naturaleza y pídele el don de temor de Dios para vivir en la gratuidad de ser un niño en los brazos de Dios. Esto es lo que necesitamos para ser felices y lo tenemos. Solo tienes que invocarle y tratarle.
Hoy el reto del amor es orar con esta canción:
https://youtu.be/i6J MBXJnUU
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
"Ventana abierta"