"Ventana abierta"
La Buena Semilla
Conozco, oh Señor, que el hombre no es señor de
su camino, ni del hombre que camina es el ordenar sus pasos.
Jeremías 10: 23
Todo tipo de oraciones (8) – ¿Qué
tengo que hacer?
David fue rey de Israel y sucedió a Saúl. Era
creyente, conocía a Dios y confiaba en él. Experimentó sus cuidados y su
protección durante los años en los cuales Saúl, celoso, lo perseguía. Y cuando
estaba en el trono, David siguió confiando en Dios.
En cierta ocasión tuvo que enfrentar un ataque
de los filisteos, enemigos de Israel (1 Crónicas 14: 8-12). David oró
rápidamente a Dios para que le mostrase qué debía hacer. Entonces Dios le dijo
que pelease contra sus enemigos, y le dio la victoria.
Poco después los filisteos volvieron (v.
13-16); era preciso actuar. David se hallaba en una situación parecida a la
anterior. ¿Era necesario orar a Dios otra vez? ¿No podía actuar de la misma
manera? ¡No! David preguntó nuevamente a Dios. ¡La respuesta que recibió fue lo
contrario de la precedente! Pero David la aceptó sin argumentar, y nuevamente
obtuvo la victoria.
Esta actitud es instructiva para cada
cristiano. En nuestras dificultades o decisiones, pidamos a Dios que nos guíe.
Y si algunas situaciones se repiten, no nos creamos lo suficientemente sabios
para enfrentarnos a ellas por nuestros propios medios. ¡Consultemos a Dios en
cada ocasión! En realidad, varias situaciones similares pueden ser de hecho muy
diferentes. Solo Dios posee todos los elementos, por lo tanto, puede
aconsejarnos con sabiduría.
Como David, mediante la oración preguntémosle
qué debemos hacer, leamos atentamente su Palabra y hagamos lo que él nos dice.
¡Así obtendremos la victoria!
(continuará el próximo domingo)
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