"Ventana abierta"
Nos acercamos a Él con humildad y sencillez, como niños, para que nos abrace y nos bendiga.
Hacemos juntos ahora nuestra Comunión Espiritual, mostrando así este deseo que tenemos de recibir al Señor.
"Padre bueno, gracias porque Cristo nos devuelve a la fuente original del amor humano, el matrimonio y la familia, librándonos del lastre del egoísmo que los degrada.
Tú estableciste la complementariedad del hombre y la mujer y no quieres que nada separe lo que Tú has unido y bendecido.
Tú eres la fuente del amor y a ese amor nos llamas.
Enseña a jóvenes y mayores a crecer en el amor cristiano, que en el matrimonio refleja el amor de Cristo a su Iglesia.
Y a los que llamas a la virginidad por el reino de los Cielos, ayúdales a vivir con gozo la fidelidad de cada día.
Como aquellos niños, tómame en tus brazos, que sienta que tu bendición me acompaña todos los días de mi vida. Amén".
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