"Ventana abierta"
La Buena Semilla
Estad siempre gozosos. Orad sin cesar. Dad
gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo
Jesús.
1 Tesalonicenses 5: 16-18
Llenos del conocimiento de su voluntad en toda
sabiduría e inteligencia espiritual, para que andéis como es digno del Señor,
agradándole en todo.
Colosenses 1: 9-10
Dos aspectos de la voluntad de
Dios
Al leer la Biblia descubrimos que, en ciertos
temas, la voluntad de Dios es universal y está claramente indicada; pero en
otros, es más individual y está más ligada a las circunstancias de la vida. Por
ejemplo, su voluntad universal es: “Estad siempre gozosos. Orad sin cesar. Dad
gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios”, y también: “Absteneos de
toda especie de mal” (1 Tesalonicenses 5: 22).
El otro aspecto de la voluntad de Dios es más
personal, pues Dios se interesa mucho por cada uno de nosotros. Para
comprenderla es necesario querer agradarle desde lo más profundo de nuestro
corazón.
Para conocer la voluntad de Dios en una
situación concreta debemos escuchar la voz del Señor. Por ejemplo, cuando
leemos un pasaje bíblico es preciso dejar que la Palabra actúe en nuestro
corazón, en nuestra conciencia, en nuestra vida, permitirle que ilumine
nuestros pensamientos, nuestros deseos. Oremos al Señor para que al leer la
Palabra seamos sensibles a lo que nos dice y lo pongamos en práctica. Para uno
será reconocer un error, para otro tomar una decisión, para un tercero será dar
gracias a Dios por lo que le dio…
La oración es importante en esta búsqueda de la
voluntad de Dios. Hablándole de nuestra vida, de nuestras preocupaciones, de
nuestros errores, somos animados e instruidos. Y de forma natural, cuando
llegue el momento, él nos guiará en nuestras decisiones.
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