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Sean bienvenidos

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Invitación y bienvenida

Hola amig@s, bienvenid@s a este lugar, "Seguir la Senda.Ventana abierta", un blog que da comienzo e inicia su andadura el 6 de Diciembre de 2010, y con el que sólo busco compartir con ustedes algo de mi inventiva, artículos que tengo recogidos desde hace años, y también todo aquello bonito e instructivo que encuentro en Google o que llega a mí desde la red, y sin ánimo de lucro.

Si alguno de ustedes comprueba que es suyo y quiere que diga su procedencia, o por el contrario quiere que sea retirado de inmediato, por favor, comuníquenmelo y lo haré en seguida y sin demora.

Doy las gracias a tod@s mis amig@s blogueros que me visitan desde todas partes del mundo y de los cuales siempre aprendo algo nuevo. ¡¡¡Gracias de todo corazón y Bienvenid@s !!!!

Si lo desean, bajo la cabecera de "Seguir la Senda", se encuentran unos títulos que pulsando o haciendo clic sobre cada uno de ellos pueden acceder directamente a la sección que les interese. De igual manera, haciendo lo mismo en cada una de las imágenes de la línea vertical al lado izquierdo del blog a partir de "Ventana abierta", pasando por todos, hasta "Galería de imágenes", les conduce también al objetivo escogido.

Espero que todos los artículos que publique en mi blog -y también el de ustedes si así lo desean- les sirva de ayuda, y si les apetece comenten qué les parece...

Mi ventana y mi puerta siempre estarán abiertas para tod@s aquell@s que quieran visitarme. Dios les bendiga continuamente y en gran manera.

Aquí les recibo a ustedes como se merecen, alrededor de la mesa y junto a esta agradable meriendita virtual.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.
No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad. Les saluda atentamente: Mª Ángeles Grueso (Angelita)

sábado, 25 de septiembre de 2021

Una meditación para cada día. La maldad del corazón humano. Sábado, 25 - Septiembre - 2021

"Ventana abierta"

La Buena Semilla

Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase al Señor, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar.

Isaías 55: 7

La maldad del corazón humano

Cabinas telefónicas destrozadas, automóviles incendiados, vitrinas rotas y otros actos violentos muestran la obra de los delincuentes, a quienes hay que castigar, dirá usted. Es cierto, pero esta maldad está en el fondo del corazón humano. A menudo la educación permite canalizar y frenar tal violencia. ¡Pero cuántas veces, debido a un cúmulo de circunstancias, nuestro corazón es desnudado! Educado o no, religioso o no, el corazón natural está marcado por el pecado. La constatación que Dios hace sobre su criatura alejada de él es tajante: “No hay diferencia, por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios” (Romanos 3: 22-23).

El hombre dio la prueba irrefutable de su maldad cuando crucificó a Jesús. Las autoridades de la época habían declarado: “Habiéndole interrogado yo (Pilato) delante de vosotros, no he hallado en este hombre delito alguno de aquellos de que le acusáis. Y ni aun Herodes… he aquí, nada digno de muerte ha hecho este hombre” Lucas 23: 14-15). A pesar de esto, él, el justo, fue condenado y matado (Santiago 5: 69). Jesucristo, el Hijo de Dios, se dejó crucificar; así, mediante su sacrificio, cumplió la obra a través de la cual el malo puede ser perdonado. Dios invita, pues, a todos los hombres a arrepentirse.

Todos los que anuncian ese mensaje no dudan en decir, como el apóstol Pablo: “Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero. Pero por esto fui recibido a misericordia, para que Jesucristo mostrase en mí el primero toda su clemencia, para ejemplo de los que habrían de creer en él para vida eterna.” (1 Timoteo 1: 15-16).

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