"Ventana abierta"
La Buena Semilla
Dijo Jesús a sus discípulos… Si tu hermano
pecare contra ti, repréndele; y si se arrepintiere, perdónale. Y si siete veces
al día pecare contra ti, y siete veces al día volviere a ti, diciendo: Me
arrepiento; perdónale. Dijeron los apóstoles al Señor: Auméntanos la fe.
Lucas 17: 1, 3-5
Paciencia y fe
Jesús nos muestra la necesidad de tener
paciencia y amor hacia los que nos rodean. Presenta el caso hipotético de un
hombre que varias veces ofende a su amigo, pero cada vez vuelve a pedirle
perdón reconociendo su falta. Pongámonos en el lugar del uno o del otro:
- Como el que cometió el error, ¿iríamos a
pedir perdón hasta siete veces el mismo día? A menudo, dejamos para mañana los
problemas que podrían ser confesados y solucionados hoy.
- Como el ofendido, ¿tendríamos la paciencia
para escuchar al que nos hizo daño? ¿Podríamos olvidar tantas veces lo que nos
hizo?
Los amigos de Jesús se hacían preguntas
similares, sin hacerse ilusiones sobre sus propias capacidades. Para poder
seguir el ejemplo de Jesús, pidieron una fe más grande, a fin de poner en
práctica el amor y la paciencia. Este tipo de situaciones pueden vivirse por la
fe, pues el Señor Jesús dice que la fe hace posible lo imposible. Para ilustrar
su explicación les dio este ejemplo: “Si tuvierais fe como un grano de mostaza,
podríais decir a este sicómoro: Desarráigate, y plántate en el mar; y os
obedecería” (Lucas 17: 6).
Dios siempre responde a la fe con bondad, pero su respuesta va mucho más allá de nuestras expectativas. Hudson Taylor (1832-1905), misionero en China, experimentó esta realidad muchas veces. A propósito de estos versículos, dijo lo siguiente: “No necesitamos una gran fe, sino una fe en un gran Dios”.
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